España, al Mundial por la puerta grande

Luis Enrique sufrió de lo lindo en el España-Suecia

Luis Enrique sufrió de lo lindo en el España-Suecia / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

España ya está en el Mundial. Otra vez. Es su decimosegunda clasificación consecutiva para una fase final. Desde Argentina’78, la selección no ha faltado nunca a la gran cita mundialista. Con más o menos fortuna, España lleva más de cuarenta años en la élite. Un extraordinario récord en el que pocas veces se repara pero que solo supera la todopoderosa Alemania. En Qatar’2022, en pleno invierno europeo, puede que España no parta como favorita para reeditar su único título, conquistado en Sudáfrica’2010. Pero el equipo de Luis Enrique, que ha revolucionado la selección con sus métodos y su personalidad, ha demostrado tener talento suficiente para llegar lejos, como sucedió en la pasada Eurocopa. No ha sido una clasificación fácil. Ni brillante. Hubo un momento (tras la derrota en Estocolmo de hace dos meses) en el que incluso se dudó de las opciones de España de estar en Qatar. Pero al final la fortuna se ha aliado con la selección (los posteriores tropiezos de Suecia han sido decisivos) y no ha necesitado ni apuntarse a la repesca. 

España solo necesitaba ayer sumar un punto ante los suecos para estar en el Mundial. Luis Enrique ya avisó en la rueda de prensa previa al encuentro que el equipo no saldría a buscar el empate. Nada de especular con el resultado. Directamente a por la victoria. El técnico asturiano no entiende el fútbol de otra manera. Y eso, evidentemente, a veces beneficia a los rivales. Pero la valentía y el carácter del entrenador no le permite ser miedoso en el campo. Al contrario. Y anoche volvió a demostrarlo. Se logró un merecido triunfo, con un gol agónico de Morata, manteniendo una fidelidad absoluta a un estilo que el seleccionador considera absolutamente irrenunciable. Un estilo que es una seña de identidad y el único camino hacia la gloria.

Los enemigos de Luis Enrique tendrán que seguir escondidos. A la espera de una mejor oportunidad para abalanzarse sobre el seleccionador. No le perdonan que haya ninguneado al Madrid y que haya apostado, descaradamente, por el modelo y por los jugadores del Barça. Algunos medios de comunicación madridistas llevan meses agazapados soñando con el fracaso de España. Un deseo casi paranoico digno de estudio psiquiátrico: ondean la bandera de España pero quieren la derrota de España. Una actitud que solo se entiende desde el rencor hacia Luis Enrique. Su absurda venganza personal tendrá que esperar. Porque España ha entrado en el Mundial por la puerta grande.