Un espaldarazo al proyecto deportivo

Valverde, en el banquillo del Wanda Metropolitano

Valverde, en el banquillo del Wanda Metropolitano / AFP

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

El fútbol no entiende de términos medios y el Barça ha pasado de la tempestad a la relativa calma en solo unos días. Tras la inesperada debacle de Roma se puso en tela de juicio un proyecto deportivo en el que solo se han perdido cuatro partidos esta temporada. Son unos números de locura. Eso sí, manchados por una fatídica noche en la que el equipo y cuerpo técnicos no estuvieron a la altura de una cita en que no se podía fallar. Pero más allá de eso, es innegable la superioridad avasalladora del Barça en Liga y Champions, dos torneos en los que ha barrido con un proyecto construido con la idea de perdurar años. 

Es evidente que el Barça debe dar con la tecla para reinstaurar su poderío en Europa. No se puede entender esta sequía manteniendo al mejor jugador del mundo en la plantilla e invirtiendo cifras multimillonarias. Tal vez ha llegado el momento de apostar solo por cracks y tirar más de cantera dando salida al famoso fondo de armario que no ha acabado de funcionar. Pero también es evidente que muchos fichajes sí que han rendido según lo esperado y son activos importantes de cara al futuro. El 5-0 ante el Sevilla evitará tomar decisiones en caliente y hará mesurar las cosas con justicia. 

El área deportiva del club ha actuado con valentía en estos últimos tiempos. Se habrá equivocado, sin duda, pero ha construido un equipo que, con retoques, lo tiene todo para recuperar la supremacía europea. Ahora llega el momento de valorar el rendimiento de algunos jugadores y ser valientes también en las salidas. Vender mucho y fichar poco para multiplicar la efectividad. Están en ello desde hace meses, con una línea de trabajo marcada y que no podía cambiar por el resultado de una mala noche. El título de Copa es más que un título. Es un aval para seguir trabajando.