Espai Barça: el mejor estadio para el mejor club

Así será el Espai Barça

Así será el Espai Barça / FCB

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Si el Barça quiere volver a ser el mejor club del mundo necesita el mejor estadio del mundo. Un estadio que sea una referencia en modernidad, en sostenibilidad y en tecnología. Y, sobre todo, que sea un estadio del que todos los culés puedan sentirse orgullosos. Por eso, el inicio de las obras del Espai Barça y del nuevo Camp Nou son un hito histórico para la entidad blaugrana. El acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona, que presentaron ayer el presidente Joan Laporta y la alcaldesa Ada Colau, es, en definitiva, el pistoletazo de salida de la puesta en marcha del proyecto que empezará el próximo mes de junio y que significará una transformación absoluta del campo y del entorno.

La construcción del Espai Barça, con un coste de 1.500 millones de euros y cuya financiación todavía se está negociando, se prolongará por espacio de cuatro años, en los cuales los socios deberán soportar las lógicas incomodidades de unas obras de semejante envergadura. Unas incomodidades que incluirán jugar al menos una temporada entera, la 2023-24, en Montjuïc. Pero seguro que valdrá la pena. Porque como dijo ayer Laporta, se tratará del mejor estadio del mundo en la mejor ciudad del mundo y en el mejor país del mundo. El Camp Nou ya fue, en el siglo pasado, un referente y un ejemplo. Sin embargo, 64 años después de su inauguración (el 24 de septiembre de 1957), se ha quedado viejo. Demasiado viejo (y peligroso) para edificar sobre sus cimientos el Barça del futuro. El nuevo Camp Nou debe ser el impulso del nuevo Barça.

INOPORTUNO KOEMAN

Ronald Koeman rompió ayer su silencio, aprovechando la presentación de su torneo solidario de golf. Momento inoportuno el escogido por el técnico holandés. Justo cuando el Barça ha entrado en una ‘mini crisis’ de juego y resultados. El héroe de Wembley, sin embargo, fue condescendiente y pidió para Xavi el apoyo que considera que él no tuvo por parte de Laporta. Koeman no cree que su etapa en el banquillo blaugrana fuera un fracaso (“Ganamos la Copa”) y defiende el trabajo que hizo en las condiciones más adversas (“Estuve varios meses sin presidente y se marchó Messi”). Lo que no quiere entender el entrenador holandés es que con Xavi, más allá de las tres últimas derrotas consecutivas en el Camp Nou, el culé ha recuperado la ilusión. Y el equipo ha reaccionado. Queda mucho camino por recorrer... pero es el buen camino. El que había marcado por Koeman no lo era.