El eslabón perdido del Barça

El club corre el riesgo de tener una plantilla de extremos entre jugadores por hacer y jugadores demasiado hechos

Gavi (España)

Gavi (España) / EFE /AFP / SPORT

Dídac Peyret

Dídac Peyret

El Barça ha tenido que ir acotando su ambición en el mercado. La plantilla que soñaba Xavi y la que puede ofrecerle el club son dos senderos que se bifurcan. La herencia de Bartomeu sigue vigente porque condiciona tanto el presente como el futuro. Incluso Laporta, un optimista militante, transmite el hartazgo del que está atrapado en la burocracia aplastante. Su frustración ante los trámites eternos y la rigidez del 'fairplay' de LaLiga es cada vez más evidente.

La situación obliga al club a buscar oportunidades de mercado y a recurrir a canteranos que están quemando etapas sin filtro. La realidad es que el Barça ha competido por los títulos del mismo modo que por los fichajes estrella del mercado, con la íntima certeza de que no eran posibles.

Tantas limitaciones no solo limitan el margen de maniobra para fichar, también subrayan las contradicciones internas como en el caso de De Jong. Xavi lo quiere, el club duda. El gran riesgo es acabar haciendo una plantilla de posibles. Y en esa plantilla de posibles, el Barça tiene, de momento, un eslabón perdido.

El club corre el riesgo de tener una plantilla de extremos entre jugadores por hacer y jugadores demasiado hechos. ¿Qué futbolistas de la plantilla se encuentran en el pico de su carrera? Por edad tres: Dembélé, De Jong y Memphis. Uno termina contrato y los otros dos podrían irse si llega una gran oferta.

Los fichajes de Christensen (26 años) y Kessié (25) -y el interés por Rapinha (25)- dejan entrever que es un debate presente en el club. Pero los dos primeros llegan con la etiqueta de complemento. En cambio, el que tiene que ser el fichaje estrella, Robert Lewandowski, cumplirá 34 este mes de agosto.

El Barça necesita más jugadores que estén en su prime y eso normalmente no ocurre ni en sus primeros años en la élite ni en los últimos. Los mejores años de Eric, Ferran, Pedri, Gavi, Nico, Araujo y Ansu están por venir y las mejores versiones posibles de Ter Stegen, Busquets, Alba, Piqué, Alves o Auba seguramente las vimos en el pasado.

Es una dinámica que es un retrato preciso de dónde está el Barça: un club que se proyecta en el futuro, pero es incapaz de despegarse de la nostalgia del pasado. De ahí que no se encuentre en el presente.