Escenificación en el momento crucial

Valverde fue felicitado por su renovación, pero no pasó por el pasillo

Valverde fue felicitado por su renovación, pero no pasó por el pasillo / Valentí Enrich

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La misma directiva que estuvo tentada de cesar a Valverde tras el fracaso de Roma ha decidido ahora ampliarle el contrato dos años más (1+1). El Barça, pues, escenifica una apuesta contundente por el entrenador en el momento crucial de la temporada: antes del partido de vuelta de las semifinales de Copa contra el Madrid, antes de los octavos de final de la Champions frente al Olympique de Lyon y después de dos empates consecutivos en la Liga que han ‘resucitado’ a los blancos.

Dentro de quince días sabremos si el Barça todavía está en disposición de ganar el triplete o, por el contrario, ha entrado en crisis. La directiva no ha querido esperar a conocer el futuro inmediato del equipo en un intento de demostrar una tranquilidad y una confianza que, en realidad, no es tan grande como nos quieren hacer creer.

Valverde, aunque haya firmado la renovación, sabe que ésta es papel mojado. Que todo dependerá de los títulos. Y que si no se cumplen los objetivos, a esta misma directiva no le temblará el pulso a la hora de romper el contrato. Es lo que pasa cuando el proyecto se basa en los resultados...

Valverde, sin embargo, cuenta con el indiscutible aval de la plantilla. Los jugadores, especialmente las ‘vacas sagradas’ del vestuario, le apoyan porque se sienten cómodos con su gestión. Y eso es vital para un entrenador. Especialmente en el Barça. Messi, Luis Suárez, Busquets, Piqué y compañía han sido, sin duda, los primeros garantes de esta renovación. Ahora solo falta ver si también le responden en el campo con idéntica complicidad...