SOBRE EL TERRENO

La escalofriante vida de Andrés Gimeno

Emilio Pérez de Rozas

DECÍA JOSEP PLA que hay amigos, conocidos y saludados. Todos tenemos de todo en esta vida y, a medida que nos vamos haciendo mayores (y yo lo soy mucho), uno se aferra a los amigos y a la familia. Ayer dos señores del periodismo deportivo, dos caballeros de las letras (ninguno de ellos pretende firmar bajo el epígrafe de `periodista y escritor¿, créanme), dos auténticos `monstruos¿ del tenis y, sobre todo, de la auténtica amistad vivieron una jornada hermosa porque protagonizaban el nacimiento de su segundo bebé-libro. Primero Rafa Nadal, ¡caray!; y, ahora, Andrés Gimeno, ¡vaya, vaya!

Manel Serras y Jaume Pujol-Galceran lo saben todo del tenis. Y, si no lo saben, lo averiguan. Y, cuando lo averiguan, tienen una gracia especial para contarlo. No ha de ser fácil escribir a cuatro manos y dos cabezas. Claro que si las manos son tan generosas como las de Manuel y Jaume y sus cabezas tan periodísticamente privilegiadas, no es extraño que este libro `Andrés Gimeno / Pasión por el tenis¿ sea una delicia.

Yo, que he tenido el placer y la complicidad de que me lo enseñasen a cachos, a trocitos y de que me contasen todas y cada una de sus jornadas de investigación alrededor de la vida, durísima, tremebunda, escalofriante en todos los sentidos del enorme Andrés Gimeno, puedo asegurarles que harían bien en regalarse este libro en este Sant Jordi.

Averiguarán (en este caso no tiene nada de topicazo) que, detrás de la vida de uno de los más grandes triunfadores de las pistas, hay una vida que pone la piel de gallina. Mientras Gimeno se abría camino en el profesionalismo, una hija suya moría de cáncer, un hijo suyo le arruinaba y a su esposa la estuvieron tratando de cáncer durante tres años ¡cuando no tenía cáncer ni nada que se le pareciera!

Si sienten pasión por la vida, cómprense este libro. Se sentirán recompensados. Si aman el tenis, van a descubrir una vida única, jamás contada, singular y vertiginosa.