Si te equivocas, pagas

PSG - Manchester City

PSG - Manchester City

Rubén Uría

Rubén Uría

Ronald Reagan, ex presidente de Estados Unidos, decía que el dinero no puede comprar la felicidad, pero te consigue una mejor clase de recuerdos. En eso consiste el nuevo orden futbolísticos de los petrodólares, que se entretienen con sus recuerdos a la espera de poder comprar su primera Champions. Almas gemelas, nuevos ricos y glamourosos aspirantes al cetro.

Qatar y Emiratos, PSG y Manchester City, protagonizan vidas paralelas. Desde que llegaron al poder, los jaques de Qatar se han gastado 1.300 millones de euros en el PSG. Y desde que aterrizaron en el City, los jeques emiratíes se han gastado 2.000 millones en fichajes. De momento, el primer asalto fue para el City. El partido estuvo por debajo de las expectativas generadas, no tuvo pasajes de gran fútbol y en honor a la verdad, hubo más ruido que nueces. Al final, sonrisas para el City y lágrimas para el PSG. En el horizonte, la tierra prometida de Estambul.

Dos tiros en el pie

Salió el PSG con energía, con Neymar encendido y el City no carburó con con De Bruyne de falso nueve. El gol de Marquinhos, el primero de los tres a balón parado de la noche, puso en ventaja al PSG y el escenario pareció propicio para los locales. Gol a favor y espacio para correr. Como la Champions consiste en aprovechar los momentos, todo cambió en el segundo acto, con un regalo inesperado de Keylor.

El gol del City fue una bomba atómica para el PSG, que bajó los brazos y pareció huérfano de ideas. El segundo tiro en el pie de los parisinos llegó cuando Mahrez disparó un golpe franco y la barrera se abrió como las aguas del mar muerto para Moisés. Segundo puñetazo y el PSG, a la lona. ‘Jeque mate’. De ahí hasta el final, master-class del City con la pelota, impotencia de los de Pochettino y media eliminatoria en el bolsillo para Guardiola, que acaricia su primera final de Champions con el City. Este torneo no perdona. Si te equivocas, pagas barra libre.