La épica del Madrid es un bulo

El Madrid ha hecho que lo imposible parezca inevitable en la Champions. La épica nunca ha sido algo previsible, rutinario o probable

Benzema celebra uno de los goles al City

Benzema celebra uno de los goles al City / RM

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hablamos de la épica del Madrid con la rotundidad del que finge que sabe algo. Cuando algo nos resulta inexplicable nos esforzamos muchísimo en demostrar lo contrario. El Madrid se ha nutrido de grandes dosis de épica para reafirmar su identidad. Le acompaña una historia de remontadas imposibles y arrebato con muy mala prensa en Barcelona.

La épica se interpreta aquí como algo casi esotérico, fruto de la casualidad, en contraposición al control del juego del Barça. 'Un estilo no se improvisa y el Madrid no sabe a qué juega’ como argumento recurrente. También desde Madrid se han alineado con esa idea de algo místico, irracional o misterioso que tiene el fútbol. “Los milagros no se pueden explicar”, asegura Valdano. "Haremos algo mágico en el Bernabéu, ganaremos al City", sostiene Benzema.

Pero, esa capacidad de repetir lo imposible, se ha vuelto tan rutinaria que se hace raro seguir hablando de épica, algo por naturaleza, extraordinario. El Madrid ha hecho que lo imposible parezca inevitable en la Champions. Habría que encontrar otra etiqueta para definir lo que hace el Madrid. La épica nunca ha sido algo previsible, repetido o, menos aún, probable.

Son muchos los que hoy anticipan otra remontada del Madrid ante el City. Lo han visto antes contra grandes rivales y, como ocurre con las cosas que se repiten, intúyen un patrón. ¿Qué tiene el Madrid distinto al resto en la Champions? El factor anímico. En una competición de situaciones límites, el Madrid actúa con naturalidad. No hay otro equipo que afronte estos partidos con su confianza.

Lo contó Guardiola: “En la dificultad ves jugadores del Madrid que levantan el dedo y dicen aquí estoy yo. Si las cosas fluyen dan un paso adelante, si van mal, dan dos pasos adelante. A ellos no les quema el balón cuando van 0-3”.

El Madrid tiene jugadores de talento diferencial pero domina como nadie el miedo escénico. Y en la Champions los equipos dudan; dudan mucho y sufren la presión. El Madrid sabe que pueden remontar y sus rivales también lo saben. Compite como ningún otro equipo.

En una competición que se decide en las áreas, tiene a los dos jugadores más determinantes: Courtois y Benzema. Hay un patrón en las remontadas del Madrid que van más allá de la mística, la actuación de los colegiados o el folklore del 'espíritu Juanito'. El Madrid domina como nadie los códigos de la Champions.