Entrenan poco, físicamente están mal y se lesionan más de la cuenta

Un empate que sabe a derrota. Un partido lamentable del que se tienen que sacar consecuencias. Después de un primer tiempo brillante e ilusionante, llegó una segunda parte de pena e impotencia. Un punto de miseria cuando en el descanso ganaban por 0-3. Otra gran decepción que pone a la luz un problema que hasta ahora se ha ocultado. El Barça entrena poco, tanto en tiempo como en intensidad. Los jugadores físicamente no aguantan los noventa minutos y en las segundas partes se vienen abajo replegándose en su área. Lo sucedido ayer en Vigo tiene que servir de lección a Xavi para cambiar la dinámica, sentar criterios de entrenamiento mas exigentes y trabajar a tope para conseguir una condición física que ahora no tienen.

En el fútbol actual, sin un nivel físico competitivo, cualquier equipo te puede robar la cartera. Se llame Alavés o se llame Celta. Y hay que reconocer que el Barça ha descuidado esta faceta mas de la cuenta. A los jugadores les gusta hacer rondos pero esto no es suficiente. Entrenan como si fuera un patio de colegio. No hay el nivel de trabajo y esfuerzo necesario.

Más de un exjugador barcelonista lo ha reconocido cuando se ha marchado del Camp Nou. Si comparamos el trabajo semanal en el Bayern o el Ajax la diferencia en menos es notable. Encima hay un problema añadido, no vale el arroz para todos. Los menores de veinte años necesitan una preparación física específica. Los mayores de treinta, tienen que trabajar la resistencia consciente de que han perdido velocidad.

Consecuencia directa de esta mala preparación física que viene de lejos, son las lesiones musculares que se multiplican y reproducen. Asusta comprobar que en la enfermería del Barça hay mas de diez jugadores de baja. Ayer sin ir mas lejos, tres días despues que Dembele acusara una elongación, se rompió Ansu Fati, Nico pidió el cambio y Eric Garcia se quedó en el vestuario por problemas físicos. Alguien tiene que tomar cartas en el asunto.

No sabemos si es solo una cuestión de entrenamiento, pero quizás los médicos y los fisioterapeutas tengan que aportar luz y asumir responsabilidades. Llevamos tres meses de temporada y el cuadro de lesionados da miedo verlo. Esto no es casualidad ni mala suerte, probablemente existan unas causas que tienen que ver con la programación, intensidad y desarrollo de los entrenamientos. El cuadro de lesiones musculares preocupa mucho a Xavi y disgusta a Laporta. Hay que tomar cartas en el asunto.

Pocas veces un empate en campo contrario tiene un final tan triste. Te empaten en el último minuto víctima de tus propios errores. El Barça no levanta cabeza en la clasificación y sigue pareciendo un equipo mediocre, capaz de lo mejor y lo peor. La lesión de Ansu Fati nos amargó la tarde. El final no puso de mal humor. Xavi tiene mucho trabajo por delante, tiene que ser mucho más exigente que sus antecesores.