El entrenador y el informático

El presidente del Barcelona, Joan Laporta, presentó en campaña su proyecto para la nueva Masia. El protagonismo se centró en la metodología explicada por Xavier Budó, un especialista en mentoring deportivo, y Jordi Mompart, físico de la Universidad Autónoma de Barcelona, que fue el encargado de compartir que el club quiere ir a la vanguardia de la inteligencia artificial y el big data.

Al mismo tiempo cada vez son más conocidos los programas de datos que ayudan en las secretarías técnicas de los clubes de fútbol. Según explican, gracias al análisis numérico y a sugerencias detalladas es posible optimizar una estrategia. Se apunta a la necesidad de crear un entorno futbolístico basado en la física para aprender a través de la simulación y para poner a prueba los conceptos tácticos. Expertos en inteligencia artificial elaboran algoritmos que realizan análisis de tipo predictivo y prescriptivo a fin de optimizar la toma de decisiones. Por ejemplo, a la hora de fichar un jugador. Dicen que es el futuro, que la evolución del fútbol va por ahí. ¿De verdad?

Louis van Gaal, entrenador del FC Barcelona a finales de los años 90 del siglo pasado, ya usaba los números para fiscalizar el trabajo de sus jugadores. Un lunes postpartido el técnico elogió a Winston Bogarde, limitado lateral izquierdo, por su efectividad en el pase de cara, sin oposición y casi siempre, hacia atrás, y reprendió a Iván de la Peña, centrocampista de último pase, por sus pérdidas -en la zona caliente cerca del área rival- aunque el partido lo ganó el Barça con una asistencia suya. A otro entrenador, en este caso del fútbol base azulgrana, le preguntaron no hace mucho por su aprendizaje: “¿Qué es lo que más he aprendido últimamente en el Barça? ¡Informática!”, respondió. Los técnicos del club azulgrana pasan más horas llenando cuadritos en el ordenador que recibiendo metodología en el campo de fútbol. ¿Evolución?

La inteligencia artificial y el big data son importantes cuando ambas no estorban al balón. Por ejemplo, los números jamás hubieran llevado a Pedri al Barcelona o a Joao Cancelo, a ejercer de sorprendente medio centro en el Manchester City de Pep Guardiola. Se trata de ver los espacios, generarlos y aprovecharlos, dar el balón al pie o al espacio, correr o pararse, mirar... en definitiva, entender el juego. El huevo y la gallina. ¿Qué va primero, el entrenador o el informático? Pues da la impresión de que el fútbol está perdiendo el partido...