Entre Dembélé y Ansu Fati

Ansu Fati, una pieza cotizada por las federaciones

Ansu Fati, una pieza cotizada por las federaciones / Efe

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

La temporada ha empezado movidita en la delantera azulgrana. Allí donde había cuatro cracks para tres puestos, ahora ya son cinco. Bueno, para ser más exactos empezaban tres para dos puestos, ya que Messi es insustituible, pero ahora ya son cuatro con la irrupción de un chaval de dieciséis años que se ha ganado el derecho de contar para Valverde. Porque no les quepa ninguna duda de que Ansu Fati va a contar y, además, va a contar mucho. Incluso, ahora mismo, está al mismo nivel que pueda estarlo Dembélé. Cuando las cosas se normalicen, lo lógico es que el tridente titular lo formen Messi, Suárez y Griezmann. Pero, ¿quién será el cuarto?

La cosa está entre Dembélé y Ansu Fati y en el caso de éste último no descarten que todo vaya tan deprisa que pueda optar a ser el número tres. Es tal el caudal de talento que tiene, que es capaz de derribar todas las puertas que se le pongan delante. La prudencia, la protección mediática, psicológica o, llámenle como quieran, aconseja apostar por Dembélé, pero el fútbol y las condiciones de cada uno juegan a favor de Ansu Fati. ¿Qué razón hay para frenar a un chaval que cada vez que sale aporta más de los que están en el campo? Miren, Dembélé es un gran agitador, un revolucionador del juego, pero ese mismo vértigo que aporta, agita al propio equipo, que ve condicionado el control  del juego que necesita gobernar. Dembélé es ideal para descontrolar al contrario, aún a riesgo del descontrol propio, cuando el partido está bloqueado o el marcador en contra y se necesita un revulsivo inmediato. Terapia de shock. Ansu Fati es más fiable en la ejecución del modelo Barça. Ha aprendido a jugar de esta forma, se asocia cuando toca y desborda cuando es el momento, no se precipita. Individualmente, los dos son muy buenos, colectivamente, gana Ansu. Y en cuanto al control emocional para aguantar presiones, entornos y esas cosas, ¿qué quieren que les diga? Me parece que Dembélé ya ha protagonizado demasiados episodios inquietantes como para darle por mejor preparado que a Ansu Fati.