Enfriar la crisis, la táctica de Bartomeu

Valverde estuvo a punto de ser destituido como entrenador del Barça tras la debacle europea de la temporada pasada en Roma. Pero Bartomeu y la gran victoria en la final de la Copa ante el Sevilla le salvaron. Valverde ha vuelto a estar a punto de ser destituido esta semana tras el doble KO ante el Liverpool (Champions) y el Valencia (Copa).Y Bartomeu, nuevamente, ha frenado su despido. 

El presidente, a pesar de las fuertes presiones de algunos (bastantes) de sus directivos y de casi todo el entorno blaugrana, ha preferido mantener, de momento, al entrenador. Y escribo de momento porque todavía deben pasar muchísimas cosas antes de que se inicie la próxima campaña. Entre ellas, una profunda renovación de la plantilla que no sabemos si Valverde aceptará y asumirá.

Durante estos dos años, Valverde se ha ganado la confianza del vestuario gracias a su buena gestión de los egos, tanto desde el punto de vista humano como futbolístico. Las ‘vacas sagradas’ le consideran un entrenador cómodo porque ha respetado siempre las jerarquías. Y no les molesta su continuidad.

Pero si la revolución que pretende Bartomeu (y que, sin duda, necesita el equipo) afecta a nombres muy importantes, veremos cómo influye eso a la convivencia de Valverde con sus jugadores. Y también veremos si Valverde está dispuesto a asumir el desgaste que eso representa. De alguna manera, Bartomeu apuesta por la continuidad del técnico... a la espera de que sea el propio entrenador quien tire la toalla. O sea, dimita.

En estos días de descontrol y filtraciones interesadas, lo que ha hecho Bartomeu ha sido, ni más ni menos, enfriar la crisis. Echar agua al fuego para que no arda el Camp Nou. Y, cuando el humo desaparezca, ya llegará el momento de actuar. O no.