Se enfrentan dos equipos antagónicos

Leo Messi remata durante el Barça-Olympique de Lyon de la Champions 2018/19

Leo Messi remata durante el Barça-Olympique de Lyon de la Champions 2018/19 / DAVID RAMÍREZ

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Viendo el potencial de uno y otro equipo y sin menospreciar a los otros semifinalistas, Tottenham y al sorprendente Ajax sobre todo, se nos antoja que el ganador de esta semifinal será el favorito en la gran final. El Liverpool viene de ser finalista la pasada campaña con la experiencia que ello te otorga y habiendo reforzado al equipo en una posición que fue determinante en la pasada edición, su portería con un portero de entidad como es Allison. Se enfrentarán dos equipos antagónicos en su manera de entender el juego. El ataque contra el contraataque. El Barça es el equipo que más posesión suele tener y que utiliza el ataque posicional en mayor medida, y el Liverpool es el claro especialista que utiliza como arma de ataque, el contraataque, pues pocos equipos hay en Europa con la rapidez y velocidad para salir en contragolpe.

MEJORÍA OFENSIVA

La llegada de Alisson, el contar con Van Dijk, tal vez con Piqué el mejor central del mundo, la irrupción de Matip que le está ganando la partida al veterano Lovren, y con dos laterales, Arnold y Robertson, que además son los mejores asistentes en ataque y con el trabajo de Klopp, han conseguido que el equipo sea más fiable defensivamente. Es el conjunto menos goleado de la Premier y encaja bastantes menos goles que en el pasado campeonato. En cambio para nada ha perdido pegada. Llevan ya sobre los 100 goles conseguidos esta temporada, con una tripleta de ataque que se reparte un altísimo porcentaje   de sus goles. Salah y Mané pasan de los 20 goles y Firmino está con 16.

INTENSIDAD Y VELOCIDAD

Son las dos armas diferenciales del Liverpool. Juega, presiona, corre, disputa, compite siempre a la mayor intensidad posible, intentando que el rival esté incomodo, que no pueda pensar con el balón, que caiga en la precipitación y en el error y que no haya pausas e interrupciones. La transición defensa-ataque suele ser su norma y especialmente las salidas a la contra y tras los córners en contra, como hacía hace dos, tres temporadas el Real Madrid, suelen acabar en jugadas de peligro en las porterías rivales. El Liverpool defiende en zona los córners que le lanzan y ya están cada uno en la posición en la que saldrán a la contra si se apoderan el balón. Además llegan en manada con muchos jugadores. Es por eso que el Barça debe prevenir y posicionar a sus hombres para contrarrestar esa salida fulgurante tras lanzar el córner.

LOS LATERALES, POR FUERA

A pesar de dibujar un 4-3-3 con extremos -Salah en derecha y Mané en izquierda a pierna cambiada ambos-, las bandas en ataque son para los laterales- Arnold y Robertson, los dos muy profundos y con buenos centro, que les convierten en los mejores asistentes de su equipo. Salah y Mané tienen tendencia a meterse hacia dentro para participar del juego interior. Salah tiene como espacio mas útil para explotar su peligro, la zona entre el lateral izquierdo -Alba- y el central izquierdo -Lenglet-, en ese vértice del área es donde se desenvuelve con mayor peligrosidad. En cambio Mané si que tiene mas variedad, pues a pesar de meterse hacia dentro para combinar con Firmino, tiene también salida por fuera para buscar la línea de fondo y asistir. Importante el papel de Lenglet en esa zona, donde deberá estar muy alerta.

EL 9’ QUE NO ES ‘9’

Esa es una gran definición de Firmino. Delantero centro, pero no al estilo del prototipo de delantero centro que conocemos. Bastante similar a Benzema, que destaca más por bajar a recibir y combinar con sus compañeros del juego interior, que no manteniéndose en zona de remate. Marca goles, pero no es el típico goleador, tiene mucha calidad, buena visión y prefiere asistir que no finalizar. Tal vez venga condicionado por el centro del campo de su equipo. La apuesta de Klopp en la parcela central suele tener un perfil mas trabajado y de presión -Milner, Wijnaldum, Fabinho o Henderson no destacan por su calidad a la hora de crear juego, tal vez el único centrocampista que tiene un perfil diferente sea Keita, que ahora está teniendo mucho protagonismo, pero al que le costó mucho adaptarse a la Premier y apenas jugó en la primera parte del campeonato. Ahora es su jugador más creativo. Tal vez por esa circunstancia de tener un centro del campo más de trabajo que de creación, se vea obligado sobre todo Firmino a bajar a crear juego y enlazar con Salah y Mané.

NO ENCAJAR, VITAL

 Para el Barça es uno de aquellos partidos donde no encajar gol puede ser tan importante o más que marcar un gol. La vuelta con un marcador favorable al Liverpool -empate con goles ya lo es- permitiría al  equipo inglés jugar a la contra, haciendo así el tipo de juego que más le gusta. En cambio, un resultado desfavorable les obligaría a tener que llevar la iniciativa y en ataque posicional es cuando mayores dificultades tienen. Es una de aquellas ocasiones en que se puede llegar a decir que un 0-0 en la ida podría no ser un mal resultado.

CLAVE CONTROLAR EL JUEGO

La obligación del Barça es intentar controlar el partido y el juego, es decir marcar el ritmo que mÁs le pueda interesar y coincidiremos los que conocemos las virtudes del conjunto de Klopp, que todo lo que sea intensidad, ritmo alto, velocidad favorece a las huestes de l alemán. Para el Barça será mejor un ritmo de juego pausado, limitando en lo posible las aceleraciones y la velocidad del rival, sin grandes alternativas en las transiciones defensas a ataque, no interesando un partido de ida y vuelta y sobre todo procurando no darles opciones para salir al contraataque, y para ello mucha prevención y concentración para no tener perdidas de balón, y si se produce en alguna ocasión, no dudar en hacer la falta táctica, aunque cueste tarjeta para frenar la acción.