El encaje de bolillos de Alemany y Reverter

Eric Garcia durante la presentación

Eric Garcia durante la presentación / Javi Ferrándiz

Toni Frieros

Toni Frieros

El FC Barcelona afronta, sin ningún género de dudas, uno de los periodos más convulsos y difíciles de su centenaria historia. El reto presente es gigantesco. Tiene que ser capaz de renovar una plantilla poco competitiva en otra ganadora para sea capaz de volver a ser protagonista de un ciclo exitoso. Y todo ello, sin un duro en caja y con una deuda galopante. Y a mayor abundamiento, con la brutal competencia de clubs que pueden sacar a pasear la chequera y gastarse lo que les plazca porque, sí, existirá el famoso ‘fair play’ financiero, pero los grandes tienen muchas fórmulas de saltárselo a la torera ante la posición tan laxa de la UEFA.

Por lo tanto: ¿Cómo hacer un equipo ganador sin poder acometer grandes fichajes? ¿Cómo construir una plantilla competitiva únicamente con jugadores que llegan con la carta de libertad? ¿Cómo incentivar a unos futbolistas, los que están y los que vienen, a quienes se les pide que se rebajen la ficha o que se avengan a ganar menos de lo ingresarían en otros lares?

Con este panorama nada alentador tienen que hacer encajes de bolillos los dos máximos responsables ejecutivos de mantener a flote al transatlántico azulgrana: Mateu Alemany, director de fútbol en el terreno deportivo y Ferran Reverter, CEO del club en el económico. Hay que rebajar sí o sí la enorme masa salarial existente y eso pasa por incorporar a jugadores que cobren menos que los que hay y a estos, meterles la tijera, Leo Messi incluido. En muchos casos, no será nada fácil que algunos quieran abandonar la silla que tienen en el Camp Nou, porque fuera hace bastante frío y muy pocos clubs tienen la capacidad de llegar a los sueldos que se vienen pagando en el Barça.

A ver si es verdad aquello de que de la necesidad hacen virtud y este panorama sombrío se transforma en rayos de sol.