El Elche no ha dejado de ser competitivo

Los jugadores del Elche en una imagen de archivo

Los jugadores del Elche en una imagen de archivo / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

De más a menos rendimiento. No llega ni mucho menos en su mejor momento el Elche, después de encadenar 12 partidos sin conocer la derrota, pues no lo hace desde el 23 de octubre en que venció al Valencia, pero aún así sigue vivo en su lucha por evitar el descenso. Ese debe ser su objetivo, ya que es el menor presupuesto de los clubs de la Primera División. Digo que sigue vivo porque ha demostrado ser un conjunto competitivo en todos los encuentros que ha disputado y a pesar de estar en posición de descenso, está solamente a un punto de la salvación, que ocupa el Alavés, que lleva jugados dos partidos más que los ilicitanos. 

Dadas las circunstancias que se dieron en el final de temporada tardío con el ascenso en el último momento, el cambio de entrenador, los fichajes de última hora y el poco dinero invertido en reforzarse, el inicio de campeonato del Elche fue muy meritorio y sorprendente, pues Almirón consiguió en muy poco tiempo que su equipo se mostrase como un bloque muy compacto y muy difícil de superar. A sus rivales les costaba mucho encontrar la portería de Edgar Badia, había pocos goles en sus partidos, y también es cierto que a pesar de generar pocas ocasiones de gol, su efectividad ante las porterías rivales era extraordinaria.

Buen sistema defensivo. Parece que en los últimos partidos el Elche haya perdido parte de la fortaleza defensiva mostrada en los primeros compases de temporada -ha encajado 7 goles en sus 3 últimos partidos-, pero personalmente me encanta el entramado defensivo que ha creado su técnico, tanto si juega con defensa de tres centrales y dos carrileros, como si lo hace con una línea de cuatro efectivos, en ambos casos consigue que sean cinco y hasta seis jugadores los que formen la última línea defensiva del equipo. Para ello necesita de un grandísimo trabajo en sus hombres de banda del centro del terreno de juego -Josan, Fidel o Morente generalmente- que se ubican en la posición de los laterales, desplazando a estos hacia dentro y formando esa línea de cinco o seis jugadores, que impiden que hayan distancias entre sus defensas y, por lo tanto, los pasillos interiores sean mucho más reducidos dificultando al máximo el penetrar en paredes o en filtrar buenos pases interiores. La línea defensiva la forman Barragán -de lateral con cuatro y central con defensa de cinco-, Gonzalo Verdú es fijo, y Mojica en la izquierda. Si juega con defensa de cinco, entraría Josema y por la derecha haría de carrilero Josan, que es con Fidel el máximo goleador del equipo con cuatro tantos. 

Marcone ejerce de pivote posicional, se incrusta entre los centrales en a salida de balón y ejerce de medio tapón si el equipo dibuja un 4-1-4-1. Por delante Raúl Guti tiene un largo recorrido, con Morente en una banda y otra plaza para Rigone o Pere Milla por detrás de la referencia ofensiva que suele ser Lucas Boyé. El Elche de Jorge Almirón es un conjunto al que le gusta salir jugando y combinando, pero sin renunciar tampoco a las contras rápidas. Asume riesgos Edgar Badia en salir jugando desde su defensa y algún susto le costó en los primeros partidos.