El Barça tuvo muy pocos argumentos en Estambul

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Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Iniciativa turca 

El Barça fue siempre a remolque. El inicio del partido fue desalentador, y marcó el desarrollo del mismo. Un Efes espectacular, motivado y con más ganas, desarboló totalmente a los blaugrana. Una imagen inesperada si tenemos en cuenta lo que había en juego. Ya se había advertido que el ritmo lo sería todo en esta serie.

Los turcos parece que lo tienen muy claro, y salieron a doblegar a los de Pesic sin ningún tipo de piedad. Los teóricos nervios que pueden atenazar al equipo anfitrión no existieron, debido ante todo a que el Barça no puso contra las cuerdas a su rival en ningún momento. La sensación fue que el partido podía durar un par de cuartos más, y el resultado seguiría siendo el mismo.

Tan sólo algún destello de carácter del equipo blaugrana los acercó en el marcador, pero fue puro espejismo. Cada encuentro es una historia, pero la superioridad del Efes en el primer envite exige ahora mucho a los jugadores de Pesic.

Más juego colectivo 

Si el Barça quiere igualar la serie, más jugadores deberán dar un paso adelante. Sin llegar a los 70 puntos no parece posible ganar en Estambul. El Efes se mueve al dictado del dúo Micic-Simon. Ellos generan un sinfín de jugadas en el 2x2, y abren la puerta a sus compañeros para que anoten.

En cambio, los blaugrana fueron mucho más anárquicos y, en consecuencia, sus porcentajes de tiro no estuvieron a la altura. Hasta siete hombres del Efes anotaron algún triple. Una sangría. En cambio piezas tan importantes como Kuric, Singleton, Claver, Oriola o Hanga estuvieron remisos en ataque. Y Ribas no jugó.

Los bases blaugrana sumaron puntos, pero no pudieron igualar, ni colapsar, a la pareja  Micic-Larkin. El Barça debe cambiar de mentalidad. Si no domina el ritmo en el segundo partido, no tendrá nada que hacer. Debe obligar al Efes a jugar bajo presión para que le entre el pánico escénico.