El Barça tiene mucho camino por recorrer

Un Saras descontento

La derrota ante el Andorra en la final de la Lliga Catalana ha levantado ampollas. El técnico blaugrana, al término de la final, habló sin ningún tipo de filtro y reconoció que al grupo le falta trabajo, espíritu colectivo y algo de humildad. 

Estamos en un momento en el que se solapan el duro trabajo de la pretemporada, con el inicio de los torneos oficiales en los que el Barça siempre debe salir vencedor. Y este binomio no es sencillo de digerir. Además, Saras sabe que no le será fácil introducir en el equipo todos los cambios tácticos que ha preparado. 

No es un problema preocupante a estas alturas, pero Jasikevicius debe marcar territorio y dejar claro a sus hombres quién manda en el vestuario. Este mensaje es fácil de comprobar si hacemos un seguimiento de sus tiempos muertos. Constantes rectificaciones y pequeños enfrentamientos dialécticos para dejar en evidencia a aquél que no está haciendo lo que corresponde. Algo que, al final, se traduce en el relevo de los jugadores que se equivocan para que recapaciten.

Un comportamiento normal en un entrenador acostumbrado a mandar y a ser el eje sobre el que gira todo. No creo que haya recelos entre los blaugranas. La temporada está en su inicio y los pequeños roces son comprensibles.

Intensidad y continuidad

Nadie pone en duda la calidad de la plantilla blaugrana. No obstante, en los primeros partidos disputados se ha evidenciado una falta de concentración en muchos momentos de los encuentros. Las constantes rotaciones y el hecho de jugar sin público pueden ser parte del problema. Pero en ningún caso la excusa para explicar las lagunas en el juego. 

Saras quiere que los suyos sean intensos atrás y rápidos en las transiciones. Plantea una presión en toda la pista, con ‘dos contra uno’ y muchas ayudas defensivas. Un desgaste físico evidente que implica también una exigencia de elevada concentración. Y no todos sus hombres lo ponen en práctica de la manera que quiere su técnico. 

En ataque los sistemas son muy dinámicos, con constantes movimientos, y con una enorme velocidad de circulación de la pelota. Las rotaciones son constantes, pero sorprendió lo poco que movió el banquillo en el último cuarto de la final de la Lliga Catalana. 

Se certifica que Calathes es un gran fichaje y se complementa bien con Heurtel. El Barça tiene plantilla para aspirar a todo. Pero deberán trabajar muy duro. Aún queda mucho camino por recorrer.