El Barça se juega gran parte de la temporada en esta final

Pesic, en el clásico liguero en el WiZink Center de Madrid

Pesic, en el clásico liguero en el WiZink Center de Madrid / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Ambiciosos

El Barça, no cabe duda, ha mejorado de forma ostensible los resultados de las últimas campañas. No hace tanto, el equipo se encontraba sumido en un callejón sin salida que provocaba vértigo entre la afición blaugrana. Ahora la imagen es bien distinta. Sin embargo, si nos atenemos a las posibilidades reales que atesora un club como el Barça, lo logrado hasta el momento no debería ser suficiente.

Es una cuestión de nivel de ambición y de tener muy claro cuáles son los límites que se suponen a una entidad como la blaugrana. El Barça llega a esta final con muy buenas sensacionesHa ganado con solvencia las dos eliminatorias y muchos de sus jugadores rozan el mejor momento de forma de la temporada.

No podemos obviar la dificultad que implica jugar contra un crecido Madrid que cuenta con el factor pista a su favor. Pese a ello, esta cruda realidad no debe presuponer que los de Pesic no deban creer firmemente en que su obligación es ganar la ACB.

Juego de poder

El Madrid ha llegado también a esta final pletórico. Ha recuperado anímicamente a Llull y cuenta con una rotación más que solvente. Una cuestión clave es comparar la correlación de fuerzas entre ambos. En las posiciones exteriores podemos constatar una más que notable igualdad de capacidades. Ambos conjuntos tienen buenos defensores y jugadores con muchos puntos en las manos.

No olvidemos, por otra parte, que son dos equipos que pueden luchar por la victoria en un marcador cercano a los 90 puntos. El Barça ha de saber defender a los blancos, pero al mismo tiempo ha de ser consciente de que para ganarles deberá anotar muchas canastasLa mejoría de Singleton también iguala bastante el nivel en la posición de cuatro.

probablemente sea en el lugar de pívot alto donde el Madrid tenga más recursos que el Barça. Pero cabe recordar que esta temporada los de Pesic han sido superiores en los enfrentamientos directos con su eterno rival. Y eso siempre marca.