El Barça tiene que sancionar a Piqué

Piqué, con su gesto dirigido al VAR

Piqué, con su gesto dirigido al VAR / Movistar

Toni Frieros

Toni Frieros

El Barça convocó a 23 futbolistas para medirse el miércoles al RCD Espanyol. ¿Se imaginan por un momento que todos ellos hubieran llegado a la hora de la convocatoria al Camp Nou bajando a toda pastilla por la Avenida Juan XXIII montados en una bicicleta eléctrica y sin casco? Eso hizo Piqué. Y no es la primera vez ni la segunda que lo hace, motivo por el que debemos pensar que nadie del club le llamó entonces la atención. Y si eso ocurrió, se lo ha pasado por el forro. 

Yo ya no sé si los jugadores del Barça tienen código interno de conducta o no, porque me da la impresión que hace mucho tiempo que le prestan la misma atención que si oyeran llover, pero hasta donde siempre hemos sabido, tienen prohibido practicar deportes de riesgo, ir en moto y también en bicicleta. Por sentido común: ¿qué hubiera pasado si Piqué se cae y se da un golpe en la cabeza, se rompe un hueso o sufre magulladuras? Por parte de Piqué es de una enorme irresponsabilidad arriesgar su físico de esa forma y por la del FC Barcelona, una flagrante debilidad no pararle los pies a uno de sus capitanes.

Sí, porque el mismo ‘derecho’ tienen todos sus compañeros y solo a él se le ocurrió adelantar a un coche invadiendo el carril contrario de bajada, pisar una mediana y pasarse un semáforo en rojo, como demostraron las cámaras de Cuatro después de jugarse el Barça-Espanyol. ¡La calle es tuya!

Seguramente la respuesta del club a este nuevo episodio provocado por Piqué será la misma de siempre: “Ya sabéis como es Geri”. Sí, lo sabemos, un gran futbolista, un gran empresario, un emprendedor, un tipo diferente... Sí, pero ni él ni nadie está por encima del respeto a las normas. Él no es tenista, forma parte de un colectivo, de un equipo, de un club, y no puede hacer siempre lo que le dé la gana.