El Barça supera todas las adversidades

El peor escenario

El partido, a priori, no transmitía buenas sensaciones. <strong>El sinfín de problemas físicos</strong> y un Estrella Roja que se crece ante los suyos presagiaban muchas dificultades para el Barça. 

La dinámica de inicio de partido hizo realidad los peores pronósticos. Un equipo serbio muy agresivo en defensa -no permitió canastas fáciles ni la circulación de pelota y agobió en todo momento a los bases- unido a un ritmo lento y trabado desconcertó a los blaugranas. 

<strong>Los jugadores de Pesic no se encontraron cómodos</strong> durante los primeros veinte minutos ya que el rival no les dejó pensar ni les permitió jugar cerca del aro. 

Un marcador paupérrimo, inédito para el Barça, sugería que el ritmo era un aliado de los serbios, que no querían que los blaugranas pudieran correr ni desplegar su habitual juego alegre y anotador. Una pesadilla que, por suerte, no tuvo recorrido en la segunda mitad.

Reacción a lo grande

El Barça tiene suficientes recursos mentales como para superar cualquier adversidad. En tiempos no tan lejanos este partido hubiera acabado en derrota. Pero los jugadores blaugranas se sienten fuertes y ya han demostrado tener una destacable capacidad de reacción. 

Pesic lo intentó todo para que su equipo volviera al partido. Desde jugar sin un cinco, hasta situar a Smits en la posición de tres -el letón lo hizo muy bien- o lograr que los suyos fueran tan duros detrás como los serbios. 

Sin olvidar al todoterreno Hanga, la aparición del triángulo Davies-Kuric-Mirotic dinamitó el encuentro en el momento preciso. El escenario registró entonces un cambio radical.

Un Barça que iba creciendo sin descanso y un Estrella Roja que empezó a desesperarse ante la evidencia de que delante tenía un conjunto de mayor calidad. 

Tiene mucho mérito la victoria blaugrana en Belgrado. Un Barça plagado de lesionados demostró que en esta Euroliga tiene mucho que decir.