El Barça se lo tiene que hacer mirar
Se acabó (¡por fín!) la locura de la ventana de fichajes de verano... con la esperanza de que para la próxima temporada LaLiga imite a la Premier League y cierre el grifo cuando tiene que cerrarse: un día antes de comenzar cada competición doméstica. Todo lo que no sea eso, seguiría siendo una falta de sentido común. Y en esa vorágine de idas y venidas de jugadores, ayer nos llegó a través de redes sociales un dato absolutamente demoledor sobre el que el FCBarcelona, particularmente su Secretaría Técnica, debería hacer una profunda reflexión.
Resulta que desde que el Barça ganara su última Champions League en Berlín, en 2015, solo seis de los 21 fichajes realizados siguen vistiendo la camiseta azulgrana: Umtiti, Semedo, Dembélé, Arthur, Arturo Vidal y Lenglet. En ese relativo corto periodo de tiempo han desaparecido Arda Turan, Aleix Vidal, Denis Suárez, Cillessen, Digne, Alcácer, André Gómez, Marlon, Yerry Mina, Deulofeu, Paulinho, Coutinho, Boateng, Murillo y Malcom.
Frente a esta realidad palmaria no me queda más remedio que reconocer que ha habido más sombras que luces en el desempeño de Robert Fernández y Pep Segura, los responsables de casi todas esas contrataciones. Hoy, ninguno de los dos sigue en club. El consuelo, si es que puede existir, es que el club ha sacado un buen rendimiento económico a la mayoría de esas operaciones. Todo ello, sumado, nos indica que el Barça hace tiempo que dejó ser, solamente, un club comprador para ponerse a la altura del resto del clubs europeos y transformarse, también, en una entidad vendedora. Pero estaría muy bien que tuviera mayor porcentaje de éxito en los fichajes. ¿Dónde quedó aquello de rendimiento inmediato?
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