El Barça debe cruzar su propio Rubicón

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Toni Frieros

Toni Frieros

No por manida, la frase deja de tener valor en situaciones y tiempos como estos: sí, llegó la hora de verdad. Los amantes de la historia romana, plasmada y disfrutada en tantas novelas, saben sobradamente lo que es y significa ‘cruzar el Rubicón’. Fue cuando Julio César atravesó el pequeño río romano y pronunció la famosa frase, vigente hoy en día, de “Alea jacta est”. Es decir, “la suerte está echada”. 

Y así es, porque lo que ocurra a partir de este sábado, concretamente en los próximos cuatro partidos, marcará el devenir del Barça en la temporada. Un corto e intenso periodo de tiempo donde Valverde y su ejército de futbolistas se lo juegan todo. Poder finiquitar la Liga,  acceder a la final de la Copa del Rey y defender el título conquistado los últimos cuatro años, y presentarse a los cuartos de final de la Champions. Cuatro duelos de armas tomar, dos de ellos consecutivos en el Santiago Bernabéu, ante el eterno rival.

Días y horas para valientes, para comprometidos, para quienes no se arrugan ni se esconden. Tiempo para demostrar de qué pasta está compuesta esta plantilla y saber qué tipo de futbolistas tiene el club. Momento de nervios de acero, de intensidad y entrega máxima. Ya no vale dosificarse ni gestionar minutos. Deben jugar los mejores y todo el tiempo que haga falta. Aquí no hay que quedar bien con nadie. Solo cabe salir, jugar, dejarse la piel, ser fiel a una forma de entender el fútbol... y ganar. No se trata de ir a una guerra civil como fue Julio César, pero sí de cruzar la línea de la comodidad e ir a por todas y con todo. Hay mucho en juego.