Ejemplar comportamiento del Barça durante la pandemia

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Toni Frieros

Toni Frieros

El FC Barcelona, como no podía ser de otra manera, ha tenido (y mantenido) un comportamiento ejemplar durante la crisis sanitaria que estamos sufriendo. Y lo ha hecho, a mi juicio, bajo tres premisas inequívocas: seguridad, responsabilidad... e igualdad

Ha hecho prevalecer, incluso asumiendo el socavón económico que se ha creado en las cuentas del club, la salud de sus empleados, entre los que incluyo a los futbolistas, su mayor patrimonio. De haber existido el más mínimo riesgo de contagio o rebrote del coronavirus, el FC Barcelona no habría permitido el regreso a los entrenamientos de sus jugadores ni el inicio de la Liga.

Por responsabilidad, el club ha ido siempre de la mano de las autoridades sanitarias, organismos federativos y patronal del fútbol, donde ha sido un actor determinante en muchas de las decisiones que acabaron tomándose.  Por ejemplo, trabajó con la LFP para que se le fuera borrando de la cabeza la idea de concentrar quince días antes de empezar  la Liga a toda la plantilla a modo de confinamiento. Créanme, el poder de influencia del FC Barcelona es enorme. Cuando levanta el teléfono es escuchado y tenido en cuenta.

Ahora bien, de la misma forma que el club ha sido  solidario (ahí está el ofrecimiento pionero de donar la totalidad del ‘apellido’ del Camp Nou a la investigación del coronavirus), también exige igualdad de trato. ¿Y saben qué les digo? Que tiene razón...Le asiste todo el derecho del mundo a que se abra ya mismo el debate de cuándo podrán entrar los socios/aficionados a los estadios de fútbol. 

Sí, sí... no se lleven las manos a la cabeza. La gente ya está en las playas, llenan las terrazas de los bares, salen a caminar, a hacer deporte, a comer, ¡los niños al colegio!... ¿por qué no se pueden abrir los campos de fútbol, siempre que sea con las medidas de seguridad e higiene adecuadas?

El fútbol sin público es como un cólico nefrítico. Duele ver esos estadios vacíos, sin alma... y mucho eco.  Y cada día que pasa sin que se vuelva a la normalidad es un día más de graves consecuencias económicas. El club azulgrana tiene  derecho a intentar que  los daños colaterales sean los menos posibles. ¿O no?

Tanto el FC Barcelona como el Real Madrid, como principales motores de la industria del fútbol español que da trabajo directo a más de 200.000 familias, están moviendo los hilos para que las autoridades competentes vayan acortando plazos.

Es verdad que estamos hablando de un tema delicado donde no cabe el más mínimo riesgo o error, pero tan grave es pasarse de euforia como pecar de exceso de prudencia, porque todo tiene su coste. Por lo tanto, apliquemos las dosis en su justa medida. Ya sabemos lo que pasa cuando se te va la mano con la anestesia...

Ahora mismo resulta imposible vaticinar cuándo y cómo volverán los aficionados a los estadios. Hace un mes se decía que hasta 2021, imposible. Ayer ya se comentaba que igual en septiembre u octubre. Esa es una incerteza que no beneficia a nadie. A los clubs, desde luego que no.

El FC Barcelona, en particular, está ahora mismo estudiando qué ofrecerá a sus abonados como compensación por los cinco partidos de Liga de los que no podrá disfrutar en el Camp Nou (Leganés, Athletic, Atlético, Espanyol, Osasuna) y los de Champions League, como el del Nápoles.

Es muy probable que la oferta vaya ligada a la próxima temporada 2020-21, pero no se precipitará en comunicarlo por dos razones: porque esto puede dar un giro de 180 grados en los próximos días... y porque hasta finales de julio no tiene que presentar el recibo de los abonos. Y por los principios que hablábamos al inicio, el FC Barcelona se opondrá a que algunos estadios se abran al público antes que otros. O todos moros o todos cristianos.