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Opinión

Los egos desaparecen y el Barça arrasa

Raphinha celebra uno de sus goles

Raphinha celebra uno de sus goles / DANI BARBEITO

El Barça de Flick ha vuelto. No sabemos si es consecuencia del toque de atención que el técnico les dio tras el último partido de Liga, o si los jugadores habían tardado más de lo normal en recuperar su nivel esperado, pero lo cierto es que salieron muy concentrados y marcando el ritmo del encuentro.

A priori, no era un partido fácil. El hecho de jugar en el Johan Cruyff, sumado a las lesiones de Lamine Yamal, Gavi y Balde, y al castigo de última hora a Raphinha por llegar tarde a la sesión de activación, no era el mejor escenario. Sin embargo, pronto se vio que los futbolistas habían dejado sus egos en el vestuario para volver a ofrecer su mejor versión.

Desde Fermín, que, situado en la media punta, firmó un espectacular partido con dos golazos, pasando por Pedri, que sigue rozando la perfección, hasta Ferran, que partido a partido continúa justificando su titularidad, o Rashford, que empieza a reivindicar su fichaje.

Marcó por partida doble Raphinha, quien salió más motivado que nunca tras el castigo de Flick, en el mejor partido que ha disputado el Barça esta temporada. Y no solo eso: los azulgranas demostraron que también pueden ser muy competitivos incluso cuando no cuentan con el mejor futbolista del mundo.

En definitiva, el equipo ha recuperado el orden defensivo, el centro del campo volvió a mostrarse creativo, los delanteros recuperaron la efectividad y el bloque se mostró compacto y presionando siempre en ataque. Es decir, no hubo espacio para la relajación. Justo lo que venía reclamando el entrenador del Barça desde que empezó la Liga. Jugando así, este equipo vuelve a ser candidato a todo.

Por cierto, dos apuntes más para la ilusión: el primero, el regreso de Marc Bernal con asistencia incluida, y el segundo, el gol de Lewandowski. Las dos primeras pelotas que tocó el delantero del Barça tras su lesión acabaron en gol. No hay nada mejor para un técnico que ver cómo todos sus futbolistas compiten entre ellos por la titularidad.