Ebullición frente a estabilidad

Sergi Roberto y Marcelo, en plena disputa en el último clásico

Sergi Roberto y Marcelo, en plena disputa en el último clásico / sport

Jordi Costa

Jordi Costa

El Real Madrid visita hoy el Camp Nou con el optimismo de saberse en su mejor momento de la temporada. Tampoco era difícil, pero es cierto que, desde el descalabro de la tarde de Reyes frente a la Real Sociedad, los de Solari cuentan sus partidos por victorias con el paréntesis inocuo de la derrota de Copa en Leganés. 

Casi todos los indicadores confirman la mejoría blanca, empezando por las individualidades. Benzema no sólo hace goles sino que también ha asumido una condición de líder que le era desconocida, Vinicius ha aprovechado las lesiones en la delantera para demostrar que quizás no será el Balón de Oro que algunos ven en él pero sí un magnífico futbolista e incluso más útil que Bale, Modric y Casemiro han recuperado su nivel, y Kroos ha reaparecido con buen tono tras su lesión.

Pero, sobre todo, se nota en el equipo de Solari una mejora anímica: semanas atrás, cualquier equipo de medio pelo se sabía capacitado para darle un susto y, ahora, por lo menos no fallan contra rivales inferiores. Y, dicho todo esto, tampoco me parece el equipo temible para el Barça que quieren presentarnos.

Discurso de Ramos

Dice Sergio Ramos que el Madrid está en un momento espectacular, lo cual sorprende viniendo del capitán del equipo ganador de las tres últimas Champions, a no ser que lo compare con la nada en qué vivieron la primera parte del curso. Hay que reconocer, eso sí, que Solari ha tenido la valentía de apostar por los futbolistas que están en mejor forma -se llamen Reguilón o Lucas Vázquez- y con ello ha retomado la competitividad.

La pregunta es si la ebullición blanca de las últimas semanas será suficiente para no llevarse otro revolcón en el Camp Nou. Les espera un Barça con la duda de Messi, o con la duda de si arriesgar su físico a las puertas de un final de temporada con objetivos más importantes, lo cual ya es un argumento de peso al que agarrarse a pesar de que el argentino tampoco estuvo en el 5-1 de octubre.

Regularidad

Pretender que el Barça intimida lo mismo sin su estrella es absurdo, pero lo que sí se debe poner de manifiesto, ante la deslumbrante -y sobrevalorada- reacción merengue, es que el de Valverde es un equipo estable. Es difícil decir si está mejor que unas semanas atrás pero no se puede afirmar que está peor, y además ahora sabemos que puede pisar el acelerador cuando llegan situaciones límite como la vuelta contra el Sevilla. Pase lo que pase esta noche, en la carrera de fondo que es una temporada, los altibajos no suelen ser fiables.