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Opinión

Dudas en el Barça, momento para Hans-Dieter Flick

Flick, durante la rueda de prensa

Flick, durante la rueda de prensa / Valentí Enrich / SPO

Hace diez días, el Madrid, líder entonces, era literalmente aniquilado por el Atleti en la Liga. De repente, Xabi Alonso, en el disparadero. El Barça, encaramado al primer puesto, con la ilusión de ventilarse al Psg y sostener el liderato hasta el Clásico. Hoy, vuelve a ser segundo, con el gesto torcido por su derrota en Champions y el dislate de Sevilla. En tres semanas, aguarda el Bernabéu. Así es este juego. El pasado reciente no existe y del futuro nadie sabe nada. El presente manda.

Trato de moverme entre la crítica - necesaria e imprescindible - y la sensatez. Desde luego, no es lo mismo Hansi Flick que Alonso. El tolosarra no ha hecho nada aún en la casa blanca. El alemán no sólo viene de levantar títulos, sinó de convencer con un fútbol valiente, divertido y admirado. Por tanto, la credibilidad, de momento, la tiene Flick. Pero ya advertimos de la dificultad del segundo año, donde vuelves a empezar de cero y te exigen lo más difícil: que repitas lo que ya has hecho. Desde el inicio, el equipo no ha andado redondo; el deseo no es el del primer año y sin hambre en la presión alta el modelo de Hansi se tambalea. Sin robo, atacas menos y sin apretar al poseedor, sufre la última línea y el fuera de juego. Si además, se te lesionan tus estrellas, peor.

El míster disfrazó el domingo su evidente preocupación con un mensaje de esperanza. Cree que su Barça va a volver, pero sabe que toca recogerse en el rincón de pensar. Entre otras, debe resolver la pareja de centrales, buscar soluciones a la emboscada de los centrocampistas y convencer a todo el mundo que, o vuelven a morder o no volverán a ganar. Ayer, Deco ya lanzó un aviso serio. Ahora, le toca a Hansi mover el árbol. Es su momento.