Dovizioso y las 'medidas' de Márquez

Dovizioso y Márquez, en acción en el Red Bull Ring

Dovizioso y Márquez, en acción en el Red Bull Ring / MotoGP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Sería fácil para mí, sobre todo después de oír a Marc  Márquez asegurar que Andrea Dovizoso había estado jugando con él durante las últimas siete vueltas del Gran Premio de Austria disputado este domingo, subirme al carro y apuntar que ya se veía venir, que estaba escrito que la carrera del Red Bull Ring la ganaba por cuarto año consecutivo una Ducati. La carrera, a mi entender, estuvo abierta hasta el final y el italiano, que sí estuvo estudiando como negociaba el catalán la última curva después de comprobar que no podía con él en la recta, tuvo de su lado toda la fortuna que otros días le faltó.

Parece que Dovizioso le haya tomado la ‘medida’ a Márquez en estos finales tan cerrados, ya que de los seis enfrentamientos que han vivido en la última curva ha ganado cinco (dos en Catar, dos en Austria y Japón) y perdido solo uno (Tailandia). Pero ayer, en una carrera apasionante, espectacular, en la que saltaron chispas, la clave estuvo en el que el adelantamiento de Dovi llegó tras un fallo de Marc, que se abrió en exceso en la última curva, se subió al piano y cuando abrió gas la moto le hizo un extraño que casi le tira. Ahí dejó un hueco y perdió la carrera.

¿La felicidad de ambos era real?

El final de la carrera, cuando los protagonistas se reencontraron en el parque cerrado previo al podio, parecía una reunión familiar, con parabienes para todos. Marc saludaba a la gente de Ducati, Dovizioso hacia lo mismo con los de Honda y ambos se fundieron en un caluroso abrazo como si fueran  del mismo equipo y hubiesen conseguido el objetivo común. Muchas veces esta imagen, que se prodiga, es extremadamente falsa, pero en Austria ninguno de ellos tenía necesidad de fingir porque ambos estaban muy contentos con su carrera y con el resultado.

Me explico. Dovizioso había obtenido la segunda victoria de la temporada en el momento en el que más lo necesitaba y en el que se le empezaba a discutir, mientras que Márquez había cedido “solo” 5 puntos en un circuito en el que, pese a su dominio en los entrenamientos, estaba condenado a sufrir, ya que en los cuatro últimos años ha ganado Ducati. Tanto Marc como Andrea consolidaron sus posiciones en el Red Bull Ring y, pese a que el campeonato está abierto, uno ha dado un paso más hacia el título y el otro hacia el subcampeonato, el mal menor.

 Lorenzo, de lío en lío... porque me toca

Jorge Lorenzo es piloto de gran personalidad y ello ha hecho que la controversia le persiguiera incluso antes de debutar en el Mundial el mismo día que cumplía 15 años, un sábado ya lejano en Jerez. Desde que debutó Marc Márquez en la categoría reina ha sido el único piloto que ha sido capaz de ganarle un título y su confianza en si mismo es tan grande que no dudó en llamar a las puertas de Honda cuando el año pasado se complicó su relación con Ducati y meterse en lo que muchos han calificado como ‘la boca del lobo’.

Las caídas y las lesiones le persiguen desde el GP de Aragón del año pasado y ello no ha sido el mejor camino para emprender su reto en Honda. En Austria, donde tampoco pudo correr por lesión, fue protagonista. El mallorquín, que vive instalado en una montaña rusa, mostró su máximo compromiso con Honda, pero nadie pone en duda que habló con Ducati para sopesar la opción de tener una moto oficial en Pramac. Cumplirá su contrato, estoy seguro, aunque no me extrañaría que en el 2021 regresara a Yamaha. Ambos se necesitan.