Dos visiones contrapuestas sobre la reanudación del fútbol

Javier Tebas, presidente de LaLiga.

Javier Tebas, presidente de LaLiga. / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

Mientras la crisis del coronavirus avanza, el mundo del fútbol lucha desesperadamente por encontrar un hueco en el calendario que permita terminar la temporada 2019-2020. Hay una dificultad objetiva (no se sabe cuándo la pandemia se ralentizará suficientemente como para permitir el retorno de las competiciones) y hay también un problema moral: se hace difícil hablar de retomar nada cuando todavía está muriendo tanta gente. A pesar de ello, las instituciones intentan flexibilizar al máximo sus calendarios.

La FIFA explicó ayer que estudia permitir la prórroga de los contratos para que los jugadores puedan terminar sus respectivas temporadas y a su vez ampliar el plazo de fichajes para poder dar tiempo a que los equipos se refuercen. En este escenario, Javier Tebas dijo ayer que baraja dos fechas posibles de reanudación de LaLiga, el 26 de mayo o el 6 de junio, sabiendo que fijar un día concreto ahora mismo es lo más parecido a una quimera. En cualquier caso, el denominador común en estos momentos de LaLiga, FIFA y UEFA es terminar la temporada en curso sí o sí, ni que sea a costa de retrasar y comprimir la siguiente.

Algunas Ligas europeas, como la belga, la holandesa o la italiana, ya empiezan a decir, aunque sea ‘off the record’, que prefieren darlas por terminadas justamente para no perjudicar el siguiente curso. Y algunos grandes clubes europeos empiezan a deslizar que es mejor sacrificar una temporada para proteger la otra que no cargarse las dos por la tozudería de querer salvar la actual. Queda claro que hay ahora mismo dos visiones contrapuestas de cómo solucionar el problema que ha causado el coronavirus: terminar la 2019-20 como sea o proteger la 2020-21 a toda costa.

Por poco que haya algún problema (retraso del desconfinamiento de un país, un jugador o equipo infectado, etc) es fácil que se vaya imponiendo la segunda opción, la de dar por terminada la temporada vigente, sencillamente porque es más realista. Lo que es seguro es que queda todavía mucho partido por jugar.