Dos jugadores que van con el freno de mano

Frenkie de Jong

Frenkie de Jong / VALENTÍ ENRICH

Albert Masnou

Albert Masnou

El portero. Marc-André Ter Stegen ya lleva dos asistencias en la presente Liga siendo esta una constatación de sus enormes habilidades con los pies. Le da igual pegarle con la izquierda que con la derecha porque es igual de preciso con las dos. Y siempre con una tranquilidad pasmosa. Contar con un jugador de estas características, quizás único en el mundo, te da la posibilidad como equipo de sumarle a la causa ofensiva. Ter Stegen actúa así pero todavía podría dar un paso más adelante si avanzara su posición y se convirtiera en líbero en el momento de la creación. Si saliera del área con la pelota en los pies. De esta forma, el pívote podría avanzar su posición y sería un 10 contra 11, una ventaja clave en el fútbol actual donde los detalles son decisivos. También es cierto que habría que encontrar a un entrenador un poco loco para asumir este riesgo porque una pérdida supondría medio gol. ¿Quién será el primer técnico que se atreverá a una revolución como esta? En todo caso, tiene que ser alguien que entrene a Ter Stegen porque nadie te ofrece tanto como el alemán.

El interior. Frenkie de Jong se ha convertido en inamovible en el centro del campo del Barcelona aunque su rendimiento está lejos de ser el que era en el Ajax. Hoy, De Jong carece de esa verticalidad que exhibió la pasada temporada y la capacidad de romper líneas por la que fue fichado. Fue Valverde quien, en busca de la estabilidad del equipo, del equilibrio, le ordenó guardar más la posición en la medular frenando así su ímpetu y sus transiciones defensa-ataque. De esta forma, guardaba mejor las espaldas a los delanteros, quienes su mejor virtud, hoy en día, no es la de recuperar balones ni frenar arrancadas rivales. Durante este curso, vamos camino de no ver el De Jong que fichamos. Esto ocurrirá, quizás,  cuando la jerarquía del Barça sea otra.