Dos fotos que marcan la historia

Busquets y Piqué abrazan a Arthur en Wembley

Busquets y Piqué abrazan a Arthur en Wembley / sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Hay dos imágenes que ejemplifican el esplendor de la cantera del Barça. La primera se produjo el 11 de enero del 2011 en Zúrich: tres jugadores formados en La Masia (Messi, Iniesta y Xavi) copaban el podio del Balón de Oro 2010. La segunda llegó el 25 de noviembre del 2012: Tito Vilanova formó en el Ciutat de València una alineación con 11 canteranos. Fue una época gloriosa en la que los futbolistas de casa asumieron todo el protagonismo. Con nombres propios tan destacados como Valdés, Puyol, Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets, Xavi, Iniesta, Messi y Pedro, entre otros. Una generación irrepetible que llevó al Barça a los éxitos más grandes de su historia... 

Ha pasado mucho tiempo (demasiado) desde entonces. Y ahora aquel protagonismo de la cantera en el primer equipo del Barça prácticamente ha desaparecido. Algunos de estos futbolistas se han retirado (Valdés y Puyol), otros se han refugiado en Ligas de segundo nivel (Xavi en Catar e Iniesta en Japón) y todavía resisten veteranos como Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba. No ha existido relevo. Desde entonces, solo Sergi Roberto ha conseguido asentarse en la titularidad. Y, lo que es peor, no se atisban nuevas incorporaciones de forma inmediata.

La culpa no es solo de los entrenadores que no confían en los futbolistas del filial (como es el caso de Valverde). También el club (o mejor dicho, sus dirigentes), tienen una enorme responsabilidad en este fracaso al haber ido dando tumbos con la política de cantera. Nadie, ni unos ni otros, se han creído de verdad el modelo del Barça. Un modelo que ya no existe. Se ha destruido. Ha muerto por inanición.