Dos brotes verdes y uno de oro

Rakitic y Griezmann

Rakitic y Griezmann / VALENTÍ ENRICH

Gerard López

Gerard López

Exhibición de Leo Messi en Barcelona y en Madrid,  ante Borussia y Atlético, para redondear unos días perfectos que acaban en París con la conquista del sexto Balón de Oro. Se agotan los elogios para el argentino que, aunque sepamos de lo que es capaz, no deja de sorprendernos. Él sí cambia su repertorio, algo que el resto de los mortales somos incapaces ni de imaginar. Está a otro nivel, y más cuando los partidos son decisivos. 

Con sus goles, dio dos victorias complicadisimas que clasifican al Barça para los octavos de la Champions League y que le mantienen al frente de la Liga. Y si Messi da un plus, también se aprecian brotes verdes en el equipo con jugadores muy concretos. 

Es el caso de Antoine Griezmann, que brilló contra el Borussia aunque sufrió en su regreso a Madrid. El francés está a las puertas de dar un paso adelante porque la lesión de Dembélé le puede quitar presión de encima, porque el regreso de Jordi Alba beneficiará  su juego y porque la conexión con Messi avanza.

Tres factores clave para Griezmann. Sin Ousmane, lesionado de gravedad, el sitio de titular es para él con lo que se podrá centrar en mejorar su adaptación. Con Alba, tendrá muchas salidas que benefician su juego. Todo será más agradecido para él. Más natural. Ahora se ataca solo por la derecha con Sergi Roberto pues Junior sube poco  pese a que en Sevilla era carrilero.

Aún peca de tímido, se queda atrás y Griezmann tiene la disyuntiva entre ocupar la banda o irse para el centro, que es su tendencia natural. Si Antoine juega por la izquierda, las subidas de Alba le van a beneficiar porque podrá irse para el centro, pisar área y acercarse a Suárez. Sin Alba y jugando por la banda, el francés pierde muchas de sus cualidades porque no tiene regate, uno contra uno ni una velocidad especial.

En el Wanda Metropolitano le costó jugar a un buen nivel, quizás afectado por el recibimiento de la afición. Contra el Borussia brilló y se vio un buen entendimiento con Messi, que le buscaba de forma constante. Y acabó marcando un gol que le irá bien para su moral. Esta pareja va a más. Y solo es el inicio.

El valor de Rakitic Otro de los que han visto cómo su rol cambiaba en los últimos dos partidos ha sido Ivan Rakitic, reserva hasta ahora y titular en los dos partidos más comprometidos. Y los dos se han ganado. No es fácil la situación vivida por Rakitic pero él ha hecho gala de una enorme profesionalidad, de entrenar bien, de experiencia, de conocer la casa, el club, el vestuario, el sistema, el dibujo y los automatismos. Es un jugador muy inteligente.

El propio jugador nos dijo tras el Atlético que se preparó en el gimnasio para aguantar tres partidos en una semana cuando le llegara la oportunidad. Y lo ha aguantado. Y se ha reivindicado porque su status ha cambiado en una semana. De estar a un segundo nivel con Vidal o Aleñá, ahora ya entra en disposición de discutirle el puesto a Arthur o a Sergio  Busquets, teniendo en cuenta que Frenkie de Jong es inamovible.

Con Rakitic, el Barça es más reconocible. No ha inventado nada, tal yu como ocurrió contra el Leganés en el que jugaron cuatro delanteros y dos centrocampistas. Con Rakitic, el Barça vuelve a su puesto. Suplió a Busquets con acierto y no es fácil hacerlo sin ritmo de partidos. Su caso es extraño porque en verano era transferible, incluso se llegó a decir para este invierno, y ahora ha pasado a ser titular.