El don de la inoportunidad

Muchacho. Si a la palabra le unes la expresión de Quique Setién al pronunciarla, el tono y además adjuntas todo el ‘pack’ al sujeto mencionado, Messi, el resultado final es un poco peyorativo y un mucho desafortunado. Más allá de que se tardara un día o un trimestre en liquidar la cuenta del extécnico del Barça, hablar como lo ha hecho de un jugador que ha estado a sus órdenes es muy inadecuado. Aún estoy esperando que Ernesto Valverde haga lo propio con varios títulos más que él y conseguidos con ese ‘muchacho’. Ser un señor o parecerlo. Ese es el tema. Agradecida y emocionada por el regalo periodístico, el entrenador cántabro ha visibilizado lo que es el don de la inoportunidad. Si yo fuera la presidenta o la CEO de un club, me pensaría dos veces su contratación. Visto lo visto dentro y fuera del campo, dudas me generaría. Y muchas. 

Abrir este melón ha provocado que las vacas más tranquilas, sagradas o no, hayan despertado de su rumiante letargo. Los entornos de unos y otros han dado a conocer interioridades de aquellos meses pre y post pandemia en los que Setién y su equipo (el técnico y el de campo) dejaron escapar una Liga y finiquitaron su etapa azulgrana con un vergonzante 2-8. El ‘muchacho’ jamás se refirió a él específicamente, pero lo incluyó ímplícitamente en los motivos para irse. Eso sí, de forma anecdótica. Porque huella no le dejó. No fue más que otra decisión inadecuada, a su criterio, de la anterior junta directiva. Quizá es lo que le dolió a Quique, pasar con más pena que gloria. Quizá. 

EL SABER ESTAR. Cuando a Koeman se le preguntó ayer sobre este asunto, fue sincero y elegante. Acostumbrada a tanto y tanta ‘quedabien’, que un entrenador del Barça se muestre ante los medios y la opinión pública con tanta autenticidad, lo aplaudo. Ronald dio su opinión, aseguró que no tenía problemas para gestionar a Messi y si hay ropa sucia, la lava en casa. A mano. Cara a cara. Tener a un jugador como Leo en tu plantilla es un regalo. Para algunos, envenenado. Para Koeman y para una servidora, no. 

Saber estar es una virtud que no se aprende en las escuelas ni en las universidades. Es educación, adaptabilidad y una máxima: ‘respeta y serás respetado’. Que los precandidatos Toni Freixa y Xavier Vilajoana disparen contra los árbitros desde sus cuentas de Twitter es una buena muestra de lo que es una mala estrategia. El ‘seny’, ese valor azulgrana tan apreciado, debería marcar la línea del presente y del futuro del FC Barcelona. La ‘rauxa’ solo sirve para alterar a las vacas