Doblete de Messi y sigue el pulso con Suárez

Messi, rodeado de jugadores del Girona

Messi, rodeado de jugadores del Girona / Javi Ferrándiz

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Koeman ya le ha dicho tres veces a Luis Suárez que no cuenta con él. Primero, en la corta conversación telefónica que mantuvieron cuando el entrenador tomó las riendas del equipo hace tres semanas. Y después,  dejándole dos veces fuera de la convocatoria para los partidos amistosos contra el Nàstic y el Girona.

El mensaje no puede ser más rotundo: el técnico holandés no quiere al delantero uruguayo. Considera que la etapa de Suárez ha tocado a su fin y que no está en condiciones de ser titular en el nuevo Barça que está construyendo. Ni por edad, ni por condiciones físicas... ni por salario. Koeman ha asumido como propios los argumentos de Bartomeu, que ya dejó claro tras la debacle en la Champions ante el Bayern que la plantilla necesitaba una revolución.

Se ha ido Rakitic. Se está yendo Arturo Vidal. Y se irá, si consiguen convencerle, Luis Suárez. Pero el uruguayo parece que hace oídos sordos a las presiones y se mantiene en sus trece: o le pagan todo el año de contrato que le queda (es decir, 15 millones de euros) o no se mueve de aquí. Ya decía ayer que Suárez puede ser un nuevo ‘caso Eto’o’ y, cuando quedan poco más de dos semanas para el cierre del mercado, todo parece indicar que la resistencia del uruguayo puede darle sus frutos.

De hecho, Koeman ya aseguró ayer que “si se queda, será uno más del grupo”. O sea, que acabará jugando. Porque si el pulso se mantiene eso frena cualquier fichaje. Si no se va Luis Suárez no vendrán ni Lautaro Martínez ni Depay. El Barça está modo ‘economía de guerra’ y el ‘dejen salir antes de entrar’ se aplicará al pie de la letra.

Y mientras todo esto sucede, Koeman tiene que armar un equipo capaz de ganar títulos. Ayer, nueva prueba ante el Girona. Bastantes buenas sensaciones en la primera parte, mucha movilidad en ataque y, lo que es más importante, doblete de Messi. Dos goles que el crack argentino no celebró con demasiada euforia pero que pueden ser el inicio de un nuevo sueño.