Opinión
Disfrutar del Flow, tener duende

Lamine Yamal celebra su partido número 100 con el primer equipo arropado por la plantilla tras el Barça-Inter de la Champions 2024/25 / FCB
Vaya por delante, soy muy de Messi (no creo que se pueda ser más de Messi de lo que lo soy yo, sin ser argentino). Establecer comparaciones es tan difícil, esquivo y dudoso, como equivocado. Las carreras se miden por gestos, desequilibrios, goles, partidos, títulos, así como liderazgos, trayectorias y estadísticas, pero también por los equipos donde juegas y como estos hacen historia como grupo.
El Milán de Sacchi, o el Barça de Guardiola fueron equipos corales con líderes destacados. El rey sol en el fútbol no existe, algunos señalan al Maradona del Nápoles, sin recordar que, por allí, con él, deambularon Alemao o Careca, aunque estuvo bastante solo. Demasiados grandes proyectos de estrellas han naufragado en su meteórico ascenso, por un mal casting de donde y con quien jugar (recuerden a Neymar).
Lamine ascendió a un primer equipo del Barça que le viene como anillo al dedo. Un colectivo inversamente edadista, descarado y dirigido con un patrón de juego propio de la cabezonería alemana que habita en su banquillo (todo apunta a gran equipo, ellos lo decidirán).
Llegó su primera semifinal de Champions, le sacaron del caparazón, haciéndole debutar en rueda de prensa en una fecha muy significada. Revisen el contenido, es propio, es singular, es tangencialmente gestionado con la voluntad de dar esos titulares que la prensa desea.
Jugó también ante el micro, como lo hizo con su look el fin de semana anterior. Le gusta ser mediático, dando juego dentro y fuera del rectángulo. ¿Presión, miedo o vértigo? Eso es para otros, esas sensaciones se las dejó en su barrio, sobreviviendo en sus calles.
Veinticuatro horas más tarde, esa misma convicción se trasladó en cada una de sus acciones técnicas cuando el Barça había tocado fondo con dos goles en contra. Se inventó, una y otra vez driblings, conducciones, pases o disparos que, ningún otro humano sería capaz de imaginar, en el escaso espacio que tenía en una banda derecha donde era intimidado por dos contra uno en cada acción.
Sencillamente, hizo un agujero a una de las tramas defensivas más compactas que ha imaginado el fútbol como deporte, el rocoso Inter de Milán. Asistimos a su jornada más portentosa, por trascendente, en su ya estructurada carrera (recordemos que, al finalizar el partido, se le homenajeaba con el centenar, que recibió con mala gana, tras las tablas en el luminoso).
Messi disfrazado de Neymar
Levantó al Barça a base de liderazgo como si fuera un veterano, combinando velocidad con sosiego y gol con pase. Una vez más nos demostró que el techo aún no lo ha tocado y es él quien se lo marca.
Las dudas y los miedos de que este tipo se desencaje, ahora mismo, me parecen de tribunero (aunque Mendes me da mucho temor). Es Messi disfrazado de Neymar. Vamos a disfrutar del flow (nos ha tocado la lotería en forma de estrella por segunda vez) que este tipo tiene mucho duende.
- Seguridad Social: Quienes hayan trabajado menos de 25 años se verán beneficiados con años de cotización gratis para mejorar su pensión
- Barcelona - Real Madrid, en directo hoy: resultado y goles del Clásico de la Liga F
- Informe sobre la situación económica del Barça: 'El Barça, una montaña de deudas
- Jan Virgili explota a lo grande, ¿puede el Barça recuperarlo?
- Buenas noticias para el Barça, Amorim no quiere a Rashford
- Sorprendente descarte en la convocatoria de De la Fuente
- El mercado se llena de gangas: jugadores que acaban contrato en 2026
- Georgia - España, en directo: partido de clasificación para el Mundial en vivo hoy



