Opinión | Fórmula 1

¡Que Dios nos pille confesados!

Así celebró el equipo papaya el éxito de Norris en Australia

Así celebró el equipo papaya el éxito de Norris en Australia / McLaren

Por primera vez tras 1089 días, la racha más larga de la historia en la Fórmula 1, el primer líder del Mundial no es Max Verstappen. Y eso que la climatología le dio una oportunidad en Melbourne, conocida como la ciudad de las cuatro estaciones en un día, por el tiempo inestable que suelen sufrir sus habitantes.

Max es mucho Max y siempre hay que contar con él. Pero el sorpasso de McLaren a Red Bull, que se materializó a partir de la segunda mitad de curso pasado, es hoy una herida bastante mas grave.

En Australia, contra viento y marea, y también contra la presión del tetracampeón, Lando Norris confirmó lo que muchos se temían desde la pretemporada: La brecha, con Red Bull y el resto de favoritos, es aún más grande en este inicio de campeonato 2025.

Los McLaren van de paseo y de no ser por el error de Piastri bajo la lluvia, en Albert Park el doblete estaba cantado. Si esta va ser la tendencia cuando lleguen las carreras en seco, prepárense para un Mundial de color papaya. ¡que Dios nos pille confesados!.

Norris ha aprendido de sus errores de la pasada temporada. Entonces no estaba preparado mentalmente para pelear por el título, para discutir la hegemonía de Verstappen, y no supo exprimir las virtudes de un monoplaza muy superior al del neerlandés.

McLaren se ‘conformó’ con el subcampeonato de pilotos y la corona de constructores, que se les resistía desde 1998. Pero ahora es diferente, la ambición es máxima en el equipo. Y si nadie lo remedia, este Mundial que tan intensamente ha arrancado en Melbourne, puede convertirse en una tediosa procesión.

Mercedes y Red Bull están en clara desventaja. Y Ferrari, de momento, no ha entrado en la batalla. La autoproclamada “mejor pareja de pilotos de la historia”, Hamilton y Leclerc, tendrán que dejar el postureo y el marketing para centrarse en lo que de verdad anhelan los ‘tifossi’, que celebraron su último Mundial en 2008. Hay que afinar las ‘garras’ del SF-25 y sentar las bases del nuevo orden en el box, para poder plantar cara a los coches de Woking.

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