El dinero… y mucho más

Koeman sentado en el banquillo del Estadio de la Cerámica

Koeman sentado en el banquillo del Estadio de la Cerámica / AFP

Xavi Torres

Xavi Torres

Liga con cuatro aspirantes a cuatro jornadas para el final del campeonato. Apasionante. Ni los más viejos del lugar recuerdan algo semejante. Sorprendentemente, tal y como ha ido la temporada, el Barcelona sigue tan vivo que hay quien incluso lo da como favorito. ¿Lo es? 

Me dijo una vez el maestro Laureano Ruiz que “si eres el técnico del Barça” –como lo fue él- “lo normal es que ganes tres de los cuatro partidos del mes. El entrenador de éxito será aquél que gane también el cuarto”. Y en estas está Ronald Koeman, pensando en la Liga si es capaz de ganar al Atlético, Levante, Celta y Eibar, aunque ni en estas condiciones sería el campeón si el Real Madrid también es capaz de hacer el pleno al doce -Sevilla, Granada, Athletic y Villarreal-.

Lo curioso del momento es que el Barça puede aspirar al título a pesar de no tener ni muchos puntos ni excelentes sensaciones futbolísticas. Dirán algunos –o quizás, muchos- que en el momento en que se reparte la gloria todo da igual porque lo prioritario es levantar los trofeos, como si nada tuvieran que ver los motivos por los cuales el equipo ha llegado hasta la situación actual. La derrota contra el Granada de la semana pasada fue dolorosa para el aficionado azulgrana por el momento y por la ilusión de alcanzar el liderato pero en ningún caso, sorprendente. El Barça solo ha hecho pleno de puntos en la Liga en los meses de septiembre (un partido), enero (5) y marzo (3); estuvo bien en febrero (sumó el 86% de los puntos en juego); discreto, en diciembre (61%) y abril (60%); y mal en noviembre (40%) y octubre (33%). O sea, el equipo ha sido muy irregular. Y dicho esto, tanto como el Atlético y el Real Madrid, los equipos que le preceden en la clasificación. ¿Qué puede suceder en estas cuatro finales? ¿Alguien se jugaría su casa apostando al pleno de cualquiera de los tres equipos, ante la poca fiabilidad de todos ellos? Sin duda, un reto para valientes.  

Más allá de sus limitaciones, Koeman ha conseguido unir al vestuario en la lucha por los objetivos a pesar de sufrir y señalar, a la vez, las carencias de la plantilla, con mucho de algunas cosas y pocas o ninguna, de otras. No es muy normal que un club como el Barcelona tenga tan poca profundidad de banquillo y, quizás por eso, el entrenador repite y repite alineaciones hasta la saciedad, como advirtiendo de que su confianza en determinados jugadores no da para más.

Nadie sabe lo que sucederá el año que viene con Ronald Koeman a pesar de que tiene un año más de contrato. Eso sí, todo el mundo sabe lo que sucederá con él o con su sucesor si la plantilla no se completa con criterios futbolísticos adecuados. Y, aunque es importante y pueda parecer lo contrario, el dinero no lo es todo en el fútbol.

La Champions diaria de Guardiola

Hoy, Manchester City y PSG se la juegan. Sería la tercera final de Champions de Pep como técnico y la primera, de los ingleses. Sobre Guardiola ha escrito en The Guardian Philipp Lahm, el magnífico exjugador alemán campeón de todo, que estuvo bajo sus órdenes en el Bayern, de 2013 a 2016. Michael Turner, sabio de la vida y del fútbol, zurda de seda, advierte la necesidad de su lectura. Aquí quedan algunas de las frases de Lahm...

Guardiola trabaja el papel de cada jugador cada día con una pasión que jamás he experimentado con ningún otro entrenador. Gracias a ello, incluso los suplentes saben que tiene razón. Esto le concede una autoridad absoluta”. “Un equipo necesita ayuda durante los partidos. Él interviene activamente y ayuda a ganarlos”. “Sus equipos se reconocen incluso si las imágenes de televisión son en blanco y negro. Y esto no es una cosa que un técnico pueda conseguir dando órdenes en un vestuario. Hace falta trabajar mucho”. “En el Bayern, hasta jugadores de poco perfil Guardiola como Boateng aprecian sus lecciones”. “En Barcelona tenía cuatro o cinco jugadores entre los once mejores del mundo. En el ManCity, no”. “Para Pep, la creatividad es más importante que un sistema. Su fútbol es una fiesta de la individualidad... para contribuir al interés del equipo”. Base innegociable en un sistema modificable.

Palabra de Lahm (y de tantos otros). Gane o pierda hoy -o quizás en la final- cuesta entender que la historia de Guardiola en Barcelona se haya escrito como se ha escrito. ¿Habrá opción a la rectificación?