Es difícil ser Valverde

Valverde y los suyos tendrán un tiempo de calma

Valverde y los suyos tendrán un tiempo de calma / AFP

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

 Ernesto Valverde ha vivido su peor semana desde que se hizo cargo del Barça. Pienso, incluso, más que aquellos nefastos días de agosto en los que el Real Madrid lo vapuleó en la Supercopa de España. Desde entonces, Ernesto reconstruyó un equipo desmoralizado del que se había fugado uno de sus cracks, Neymar, y al que se le lesionó el fichaje estrella, Dembélé. Lo mantiene invicto en la Liga a ritmo de récord; lo ha hecho finalista de la Copa del Rey... Pero una mala, muy mala noche romana -de técnico y jugadores- ha devuelto al barcelonismo a una cierta sensación de fracaso. Como si perdido el triplete, la posibilidad del doblete no fuera nada. Menos aún si las sensaciones futbolísticas no son del todo ortodoxas. Bien, esto es el Barça.