El difícil salto al fútbol profesional

Los derechos de televisión son los que han marcado el crecimiento de la industria del deporte en la última década. Pero, sobre todo, es una vía de ingresos que ha abierto una brecha difícil de cerrar entre los deportes con más tirón mediático y a los que cuesta más congregar a miles de aficionados. En el caso del fútbol, ha provocado que el salto desde la nueva Primera Rfef a LaLiga SmartBank no sea fácil de digerir, pero, sobre todo, que muchos inversores pierdan importantes sumas de dinero en ese asalto a la élite que automáticamente revaloriza el precio de un club.

El RC Deportivo, que necesita ese ascenso para recuperar la sostenibilidad tras ser rescatado por Abanca, está dispuesto a perder 1,5 millones de euros en 2021-2022 para ello. El Atlético Baleares recibió 4,7 millones en 2020 para quemar caja con ese propósito y el CE Sabadell obtuvo 5,4 millones en 2021 para lo mismo. El Extremadura UD ya ha sido enviado a liquidación tras no encontrar inversores que le llenaran el depósito. Porque hoy, difícilmente se obtiene el billete a LaLiga sin esquivar las pérdidas.

La Federación dio un primer paso en busca de una transición más suave, pero se quedó a medias por evitar la rebelión de muchos. Pasados unos meses, queda claro que una categoría con 40 equipos en dos grupos continúa sin ser la solución, ni para aumentar las audiencias, ni para evitar que los socios de los clubes pierdan hasta la camisa si quieren salvar su plaza u optar a algo más.

Máxime en un contexto de creciente exigencia de los patrocinadores y dificultades para recuperar abonados tras la Covid-19. Porque lo que es la televisión se ha demostrado que hoy está muy lejos de marcar la diferencia. La Rfef aspiraba a conseguir 15 millones de euros al año por las retransmisiones, y acabó encontrando un fondo desconocido para todos que puso 9,5 millones sobre la mesa. Una cifra totalmente fuera de toda lógica, cuando los brokers cifran en un máximo de 4 millones el valor real.

Fuchs Sports asegura que pagará lo comprometido para este año, pero se da por descontado que Luis Rubiales deberá volver a salir al mercado tras la ruptura de este fondo con Footters, que sin el fútbol aficionado pierde el grueso de su negocio. Un nuevo dolor de cabeza para quienes vieron que, de los 40.000 euros que les podía pagar TV3 se pasaba a más de 300.000 euros. Dicho esto, si de verdad se quiere crear una transición útil a la élite y dar estabilidad a los inversores, la Primera Rfef debería dar un nuevo paso y reducirse a 22 equipos.