¿Qué diferencia al Barça polideportivo del PSG?

Nikola Mirotic no consigue reencontrarse

Nikola Mirotic no consigue reencontrarse / EFE

Marc Menchén

Marc Menchén

Alos clubes-Estado no les interesa la Superliga; ellos llaman y piden dinero”, clamaba Joan Laporta. “Un fair play financiero que permita competir de igual a igual, no como ahora que se compite contra clubes-Estado”, pedía Florentino Pérez. Y donde vean un emirato, pongan un multimillonario dispuesto a afrontar fuertes pérdidas cada año para hacer ascender a su equipo lo más rápido posible a la lucha por los grandes títulos. La paradoja es que esta misma situación es la que sufren decenas de equipos de baloncesto, balonmano, fútbol femenino y sala, o hockey patines, cuando se enfrentan a FC Barcelona o Real Madrid.

El PSG camufla patrocinios de Catar para contar con más ingresos de los que le reporta la Ligue 1 de Francia, mientras que el Chelsea FC incurrió en pérdidas millonarias para asentarse entre los candidatos a la Premier; ambos quieren la Champions League. No justifico cómo actúan, sino que critico que esa misma conducta es la que los dos clubes españoles han aplicado en otras disciplinas donde hay mucho menos dinero en juego y, por lo tanto, menos crítica a operar a pérdida.

Lo apuntábamos aquí la semana pasada: los clubes de LaLiga deberán decidir en qué momento la inversión que hoy afrontan para hacer sostenible la Primera Iberdrola pasa a ser un coste estructural si no se generan ingresos suficientes para que se autofinancie. Si, en ese momento, deciden mantener ese gasto para continuar compitiendo, el desequilibrio competitivo será una cuestión de tiempo.

Saltemos a la ACB, donde Barça y Madrid han monopolizado casi todos los títulos de la última década. Ahí, ambos asumen cada año un déficit que ronda los 30 millones de euros para poder equiparar sus presupuestos a los de rivales de Euroliga que pueden generar más ingresos propios o también cuentan con inversores estables. ¿Qué cambia de cómo ambos ven al PSG respecto a la percepción que pueda tener un club de media tabla en la Liga Endesa? Un caso más extremo, el de Asobal, donde el Barça cuenta con un presupuesto equivalente al de todos sus rivales y la única duda es en qué jornada se proclamará campeón. No ha perdido un título nacional desde 2012, asumiendo un déficit de 7,5 millones anuales con el foco puesto en la escena europea.

Por poner cifras a la apuesta polideportiva del Barça, la cual no pongo en cuestión: el déficit de las secciones desde 2004-2005 asciende a 624,7 millones de euros. La mitad de lo gastado por Roman Abramovich para levantar al Chelsea FC. Igual que a ellos los acusan de cargarse el fútbol, ¿tendrá el Ademar León derecho a llamar al Barça club-Estado? ¿Y el Obradoiro al Madrid?