El día que Hacienda ayudó al Barça

Messi despera lograr su victoria 300 en Liga con el Barça en Villarreal

Messi despera lograr su victoria 300 en Liga con el Barça en Villarreal / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Ahora que Messi ha igualado el récord goleador de Gerd Müller, es un buen momento para recordar que el torpedo alemán del Bayern fue, por unas horas, jugador del Barça en julio de 1973. Sin embargo, el destino final de aquella operación acabaría marcando un destino mucho más importante, el de los siguientes cuarenta y cinco años del propio Barça. Y es que, ¿saben quién vino tras frustrarse la contratación del ariete alemán?, pues nada más y nada menos que Johan Cruyff. La cuestión es que el Barça firmó un acuerdo con el Bayern por 30 millones de pesetas (180.000 euros de hoy) más dos amistosos en el Camp Nou cuando la Federación Alemana y el mismísimo gobierno intervinieron para evitar la fuga de sus figuras y finalmente fue el Ministerio de Hacienda el que vetó el traspaso. Ante la imposibilidad de ficharle, Montal activó la operación Cruyff que se cerró por 60 millones de pesetas. Nadie sabe lo que hubiera ocurrido de haber fichado a Müller, pero no es difícil presumir que no había dinero para dos superoperaciones ni tampoco que el Madrid, que intentó por activa y por pasiva hacerse con Johan, podría haberse salido con la suya. Afortunadamente, Hacienda, aunque fuese la alemana, jugó aquella vez a favor del Barça. 

LA GRANDEZA DE MESSI. En estos 45 años, Cruyff cambió la historia del Barça por la decisiva influencia de su modo de ver y entender el fútbol. Y hoy, Messi, pulido su enorme talento precisamente en base a esta filosofía, es el mejor futbolista de la historia. Bueno, lleva ya una década siéndolo, una década en la que el Barça ha marcado la línea del fútbol creativo y ofensivo, del fútbol elevado a la categoría de arte. Comparar a Messi y Müller, que es lo que nos ocupa, era realmente impensable hace unos años, pues Leo no tiene los rasgos exclusivos de un depredador del área como fue el alemán. Müller poseía un instinto único para el gol pero no era un jugador técnico ni hábil ni pasador ni regateador ni creador... o sea, era la antítesis de Messi. Es Messi el que también ha desarrollado las virtudes del goleador. Esa es su grandeza, la que le hace el mejor y más completo de todos los tiempos.