El día de la 'palanca' y el día de Dembélé

Ousmane Dembélé durante un partido del FC Barcelona de la temporada 2021/22

Ousmane Dembélé durante un partido del FC Barcelona de la temporada 2021/22 / JAVI FERRÁNDIZ

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El futuro del Barça empieza hoy. O, mejor dicho, debería empezar hoy. Con la activación de la palanca de los derechos de televisión. Ingresar 265 millones de euros es el primer paso para acabar con la situación de bloqueo que está sufriendo el club blaugrana. Este dinero debe servir para cerrar el ejercicio 2021-22 con superávit y empezar a construir un equipo competitivo. Sería un revés terrorífico para el proyecto de Laporta que no se culminara este 30 de junio el acuerdo con el fondo de inversión estadounidense Sixth Street. Un durísimo golpe que haría tambalear el plan del presidente para resucitar el club.

Primero, porque el presupuesto de la temporada que hoy termina acabaría siendo negativo (unos 150 millones de euros). Lo que significaría aumentar la deuda y complicaría todavía más el fair play financiero. Y, segundo, porque paralizaría la política de fichajes, todos pendientes de los recursos que se puedan generar con la venta de estos activos. Pero no va a pasar. A pesar de las dificultades que genera una operación de estas características, en el club se respira ilusión. Mucha ilusión. Porque lo más difícil ya se ha hecho y solo faltan superar algunos detalles para firmar el acuerdo.

Es evidente que se está trabajando contrarreloj, rozando el límite, pero Laporta ya está acostumbrado a triunfos agónicos. Nadie duda en el Barça de que en el transcurso del día de hoy se hará oficial la venta. Y todo el mundo respirará tranquilo. Bueno, todo el mundo no. Aquellos que viven esperando el fracaso de Laporta sentirán una enorme decepción. Curioso, porque algunos dicen que son culés. Y no se dan cuenta de que el fracaso de Laporta significaría también el fracaso del Barça... O, a lo peor, ya se dan cuenta pero es lo único que les interesa: que Laporta se estrelle, sean cuales sean las consecuencias para el club blaugrana. Pensemos en positivo. Visualicemos un acuerdo. Y, sobre todo, apostemos por ese futuro con un club saneado económicamente y un equipo capaz de volver a conquistar títulos. 

Hoy también empieza el futuro para Dembélé. Porque le quedan 24 horas de contrato con el Barça. Y debe tomar una decisión trascendental para su carrera deportiva: aceptar la renovación a la baja que le ofrece el club blaugrana o empezar una nueva aventura. El Barça no puede esperar más la decisión del francés. Xavi le quiere, pero el tiempo se acaba. La planificación no debe estar condicionada por los caprichos del galo y su representante.