Algún día, Messi explicará la verdad

Messi con la camiseta

Messi con la camiseta

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Hace más de un mes que Messi es jugador del PSG. Y todavía existen muchas dudas sobre las verdaderas razones de su dolorosa, precipitada, inesperada e incomprensible salida del Barça. Solo hemos escuchado las explicaciones de Laporta. Ayer el presidente, en la presentación de Luuk De Jong, volvió a insistir en que todo fue culpa del fair-play financiero. Pero hemos leído muchas teorías interesadas y filtraciones manipuladas en las que casi siempre sale mal parado el padre y representante del jugador, Jorge Messi. Nos falta la auténtica versión del crack argentino. Mantiene, de momento, un prudente silencio. Aunque le duelen mucho, muchísimo, las mentiras que se están explicando sobre las últimas horas de aquel fatídico 5 de agosto.

Por eso todos estamos esperando el momento en el que Messi decida explicar la verdad. Estoy convencido de que no tardará en hacerlo. Porque está harto de las falsedades que cuestionan su barcelonismo (“Se dicen muchas mentiras”, aseguró en su despedida). Y de las acusaciones (también falsas) que se vierten sobre la gestión de su padre. Messi está acostumbrado a las críticas. Forman parte de su profesión. Y, en su condición de mejor jugador del mundo y de la historia, debe aceptarlas y encajarlas. Lo que no soporta son las medias verdades. Y aún menos que se ponga en duda su total compromiso con el Barça durante veinte años.

Solo un ejemplo: Messi se rebajó el sueldo tanto como le pidieron. Y estaba dispuesto a rebajárselo aún más. La negociación por su ficha duró literalmente un minuto: el club le explicó qué necesitaba para poder encajarlo en las cuentas y el jugador aceptó a la primera. Recordemos que Messi había llegado a un acuerdo por cinco temporadas con un descenso del 50 por ciento de su salario y cobrando solo 20 millones de euros brutos la primera temporada. Pero deseaba tanto quedarse en el Camp Nou que hubiera aceptado cobrar todavía menos… pero ni le dieron esta opción. La decisión ya estaba tomada por parte de Laporta. Y se acabó…

Un final tan triste como sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta que el propio presidente había asegurado, por activa y por pasiva, que la renovación de Messi progresaba adecuadamente. Y que en el club ya tenían preparada toda la intendencia para anunciar como se merecía el nuevo contrato del crack argentino. El ‘agujero negro’ de esas horas es un gran enigma que todavía no se ha resuelto. A ver si Messi pone luz entre tanta oscuridad…