Un despropósito tras otro

Pep Segura durante la entrevista concedida a Sport

Pep Segura durante la entrevista concedida a Sport / MARC CASANOVAS

Maite Antón

Maite Antón

No entiendo nada. Ni yo ni muchos aficionados culés que muestran su desconcierto a través de las redes sociales ante la gestión tan surrealista que está haciendo el Barça para fichar. Y aún me parece más incomprensible las razones que da el club para justificar según qué decisiones. El ‘caso Seri’ se ha llevado la palma. Pasa de estar prácticamente cerrado, a descartarse porque, según argumentan desde el club, no les ha convencido en los dos partidos de la fase previa de la Champions que el Niza disputó ante el Nápoles. Esta explicación no deja en buen lugar el trabajo ni el criterio de la secretaría técnica blaugrana. La cuestión sería saber si realmente lo que existe es un conflicto de puntos de vista entre Robert y Pep Segura.

Peor es excusarse en “problemas de agenda” para explicar por qué Messi aún no ha firmado la renovación. ¿Quién se lo cree? Y el colmo del surrealismo es negociar por Di María y estar a un paso de cerrar su incorporación por 50 millones de euros justo un día después de que el Barça demandara a Neymar y le pidiera al PSG hacerse cargo de las cantidades económicas solicitadas en caso de que el brasileño no pueda hacerlo. Y, con todo esto, estar dispuesto a pagar 150 millones de euros por Coutinho. Una locura. Tanto la secretaría técnica como la directiva parecen haber perdido el rumbo, y eso lo puede pagar caro el equipo. Al menos, los jugadores y el cuerpo técnico quisieron hacer piña con una comida para demostrar su unión ante una temporada que comienza y que estará llena de obstáculos. Ojalá el culebrón de los fichajes acabe pronto y el Barça analice el despropósito de verano que está protagonizando... porque son conscientes de ello, ¿no?