Opinión

El descenso del filial, una traba para el Barça

Una imagen del duelo de filiales

Una imagen del duelo de filiales / ATHLETIC

Nos vestirán que el futuro descenso a Segunda RFEF del Barcelona Atlètic no es problema para el proceso de formación de los jugadores de la entidad azulgrana, que ahora nutren con fuerza la plantilla del primer equipo. Nos dirán que muchos de ellos pasaron del juvenil de Oscar López al primer equipo sin necesidad de jugar en el filial; que Busquets y Pedro saltaron también al primer equipo procedentes de una categoría similar (No existía la 2 RFEF entonces) en la que ahora caerá el Barça Atlètic; que es consecuencia de una mal año en el que el entrenador Rafa Márquez dejó la entidad poco antes de empezar la temporada y tuvieron que recurrir de urgencia a un entrenador de la casa: que Belletti asumirá el cargo la próxima temporada y, con él, el filial volverá a subir; que tantos otros filiales de equipos de primera división están en segunda RFEF...

El Barcelona empieza a hacerse a la idea de que el descenso del filial es consecuencia de un cúmulo de errores que procenden de diferentes áreas.Y la planificación es la principal. Por presiones de la directiva, y en especial de su presidente, se ficharon a una serie de fichajes de los cuales su rendimiento ha sido nulo.

Algunos era amigos de amigos y otros fichajes que apenas han jugado porque han estado un mes en su país africano buscando unos papeles. La situación del filial también es conscuencia del primer equipo que ha recurrido a muchos de sus jugadores que luego, por ser demasiado jóvenes o por falta de espacio, no se han asentado como Sergi Domínguez, Toni y Guille Fernández a quienes tanto subir y bajar se les han mareado.

Algunas bajas también le han restado fortaleza por ser algunos de ellos jugadores con más tablas de los que han llegado...

Todo ello hace que el futuro descenso del filial sea una pésima noticia para el Barcelona porque el filial es un equipo formativo pero también en el que deben aprender a competir, algo que demasiadas veces no ocurre en juveniles, cadete, infantiles o alevines.

Y competir en Segunda RFEF requerirá un esfuerzo extra y reformularse la carrera de muchos de las promesas de la cantera.