La derrota en el clásico no sentencia la Liga

Messi estuvo muy rodeado de jugadores del Madrid

Messi estuvo muy rodeado de jugadores del Madrid / sport

César L. Menotti

César L. Menotti

El clásico, por como vienen el Barcelona y el Real Madrid, no gravita aún en el descenlace de la Liga. Puede parecer que el resultado adverso condicione más al Barça que deber ganar para recuperar la cima de la tabla, pero en realidad la irregularidad de ambos equipos y la cantidad de partidos que definen en los próximos meses  ponen un interrogante a quien puede llegar a ser el campéon. 

El partido resultó atractivo para los hinchas del fútbol, y sufrido para las parcialidades de las dos partes. Entiendo que el culé esté enojado por el resultado, pero si analizamos el desarrollo del juego, el equipo de Setién dominó la primera parte, y el Real Madrid la segunda, y encontró el gol en una jugada fortuita. Es cierto que en esos minutos el Barça hizo poco para ganar el partido, no así en los primeros cuarenta y cinco minutos que tuvo hasta ocasiones muy claras de gol que aprovechó. 

Me voy a detener en la primera parte porque el Barcelona, inclusive habiendo recuperado un modo de juego, logró imponer sus condiciones en el Bernabéu. Sin incluso una gran participación de Messi, el equipo culé fue mejor. Lo que no se esperaba es que en la segunda parte el Madrid modificara su estrategia. Debió adelantarse en la primera parte y lo pagó caro en la segunda cuando el equipo de Zidane adelantó sus líneas y presionó más arriba para forzar la perdida y recuperar más rápido el balón. Y el local terminó encontrando el gol que definió el partido, un gol accidentado.  

En los clásicos pasa esto: no hay merecimientos si no se convalidan en el resultado. Y el Madrid lo ganó bien desde la estrategia que lo llevó a encontrar el gol y merecerlo. Es fútbol y cuando se enfrentan dos equipos con grandísimos jugadores al final los detalles cuentan mucho en la definición porque saca ventaja el equipo que mejor aprovecha las oportunidades que el partido le ofrece. A priori no había confianza en que el Real Madrid pudiera ganar el clásico, pero una vez más, Zidane, el pacificador, logró  que su equipo mostrara su orgullo ante su gente.

El Barça le perdonó la vida. No estuvieron finos ni Griezmann ni Messi y por eso también su rival supo como maniatarlo en la segunda parte. Pero no nos engañemos, este partido no define aún la Liga. Hay mucha competencia aún, entiendo la desazón, pero el andar de los dos equipos esta temporada abre el interrogante sobre quien conseguirá coronarse con el titulo. Ni siquiera sus competidores directos van a ceder en la pelea que promete ser apasionante hasta el final de la temporada. 

La Liga continúa este fin de semana, se vienen los partidos de vuelta de Champions y habrá un alto de selecciones que, dependiendo de los convocados, puede ser un momento de recuperación para algunos jugadores. En el caso de Messi se perderá por sanción el primer partido de la eliminatoria frente a Ecuador. Sobre el argentino cayeron algunas criticas, cuestionamientos que no tienen en cuenta que el ‘Diez’ es el hacedor de que el Barça estuviera puntero en la Liga siendo el goleador. Ningún jugador de su talla está exento de tener una tarde regular. El capitán lleva sobre sus hombros una importante carga de partidos y de obligaciones con una edad que tiene otras consecuencias físicas y mentales. Es el equipo quien más debe ayudarlo, y aún así cuando no aparece el funcionamiento colectivo fue él quien disimulo muchos de los grandes problemas que tiene hoy el Barca.

Falta mucho aún. Antes del clásico el Real Madrid había perdido incluso partidos en casa con equipos que ni en sus sueños lo habían imaginado. Es una liga muy competitiva y cualquiera puede perder puntos en la recta final. Hay cinco equipos que compiten por un lugar y va a ser que cualquiera puede ganarla. Desde ya que el Madrid y Barça son los máximos aspirantes, pero cuidado que los partidos haya que jugarlos.