Del derbi a la primera final de Xavi

Xavi podrá fichar

Xavi podrá fichar

Gerard López

Gerard López

Por fin llegó el ansiado debut de Xavi en el banquillo del Barça. Tras el parón por las selecciones y unos cuantos días para empezar a trabajar conceptos, vimos a un equipo que, pese a las múltiples bajas, no se alejó mucho de la idea que quiere implantar el entrenador. 

Xavi Hernández apostó por el debutante Ilias enganchando a la banda y lo mismo con Abde, mientras que replanteó la posición habitual de Gavi para dar amplitud. El Barça empezó con mucha profundidad y aprovechó los pasillos por dentro para encontrar a los interiores y crear ciertas opciones de peligro.

Fue interesante como, en pocos días de trabajo, el de Terrassa ha inculcado a la plantilla el 4-3-3 con extremos abiertos junto a la alternancia con la salida de tres centrales, Mingueza, Piqué y Eric, y quien dio la amplitud y la profundidad en algunos momentos fue Jordi Alba, lo que permitió a Gavi juntarse con los centrocampistas. Todo ello aderezado con otros detalles como la intensidad defensiva y la presión adelantada.

El Barça abrió el marcador al inicio de la segunda mitad con un penalti dudoso y siguió con la misma intención hasta que, a mi juicio, tres circunstancias hicieron cambiar el patrón del juego. La primera, el cambio de actitud del Espanyol, cuando dejó el planteamiento conservador y se fue arriba a buscar a los azulgranas.

Después, el cambio de Coutinho por Gavi debilitó la capacidad de trabajo del equipo -el brasileño tampoco le dio sentido a la posesión- y la obligada sustitución de Busquets supuso perder el control del juego cuando el centro del campo había funcionado a la perfección. Se repitió en los últimos veinte minutos el habitual bajón físico, pero hubo brotes verdes y lo más importante a rescatar fue el resultado y la sensación de que, con tiempo y trabajo, el equipo puede tener una identidad propia en pocas semanas.

Sin apenas descanso, esta noche se juega seguramente el partido más importante en lo que va de temporada. Está en juego la clasificación, mucho dinero y el prestigio de un Barça que lleva muchos años sin caer a las primeras de cambio en la competición más importante. 

Enfrente, un rival que pasó por encima de los azulgranas en Lisboa y no solo a nivel futbolístico, también en intensidad y en ilusión, factores que no pueden faltar en el Camp Nou con el apoyo de una afición que está ayudando mucho y está con ánimos renovados. 

Si Xavi quiere seguir con la idea de abrir bien el campo, tendrá que hacer malabares, ya que ni Ilias ni Abde -que por cierto, sacaron muy buena nota- pueden jugar. Con la idea exhibida en el arranque del derbi, lo más importante será que no decaiga el tono físico. Contra el Benfica será un todo o nada y no se puede fallar.