Un derbi histórico y muy desigual

El Barça podría enviar al Espanyol a Segunda

El Barça podría enviar al Espanyol a Segunda / SPORt.es

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Un derbi suele ser un partido diferente. Y los últimos han demostrado que las fuerzas suelen igualarse a pesar del presupuesto o la clasificación, pero el partido de hoy tiene pinta de encumbrar la mejoría del Barça y agrandar el monumental enfado que tiene la afición perica por la intolerable gestión deportiva de sus ejecutivos y técnicos. El Barça se juega sus últimas opciones por el título con su versión mejorada, mientras que los blanquiazules se han abandonado ya hacia un descenso histórico que puede ser realidad en cuestión de horas. Que la puntilla la dé el eterno rival es una satisfacción blaugrana y una pesadilla en este despropósito que se ha convertido el Espanyol estos últimos tiempos. Da la sensación que no será el partido trampa de otras temporadas y el Barça, necesitado de autoestima, se puede dar un baño de fútbol que, quizás, no le servirá para ganar la Liga pero que sí debe ser básico para recuperar autoestima. Porque si los blaugrana siguen al nivel que mostraron en Villarreal, la Champions ya no es una quimera sino que se convierte en objetivo real para finiquitar una temporada demasiado agridulce.

El Espanyol debe regenerarse 

Poco tiene ya a ganar el Espanyol en el Camp Nou, más que prestigio y alargar la agonía una semana más. El mal ya está hecho y su propietario debería tener claro que muchos de los responsables de este desastre siguen campando a sus anchas en las oficinas y en el banquillo. O este club toma medidas serias y cambia de rumbo deportivo urgentemente o se va a pasar muchos años en el infierno.