Dembélé ya sabe lo que es el Barça

Dembélé siempre ha sido titular... aunque es el más sustituido

Dembélé siempre ha sido titular... aunque es el más sustituido / VALENTÍ ENRICH

Gerard López

Gerard López

La búsqueda del equilibrio es clave para Ernesto Valverde. Lo antepone a cualquier premisa. Sea el dibujo del sistema de juego o los nombres de los jugadores en la alineación. Sabe que el equipo no podrá tener grandes aspiraciones sin un buen balance defensa-ataque, que es necesario como el pan que come para conseguir que su equipo sea fiable. Lo logró la pasada temporada con unos resultados notables y, como decíamos la semana pasada, es su obsesión actual. Tuvo que llegar un partido a cara de perro como contra el Tottenham para plantearse un cambio de sistema.

¿Qué más se puede pedir?

El ‘invento’ de Wembley con un 4-3-3 en ataque que se transforma en un 4-4-2 en defensa le está dando buenos resultados. Con este cambio se ha visto beneficiado Arthur, que entra en el equipo, y Coutinho, que ahora se puede mover entre líneas que es donde más brilla. Por contra, el gran perjudicado es Dembélé.

El francés empezó la temporada como un tiro: Decidiendo la Supercopa de España, con cuatro goles en la Liga y con otro en la Champions League. Seis goles en nueve encuentros como titular. ¿Qué más se puede pedir? se preguntará alguno. Pues el resultado es que, pese a este gran rendimiento a nivel de goles, pese a dar ese paso adelante que se le pedía, pese a que tras ganar el Mundial ha surgido como un jugador más convencido de sus posibilidades ha visto como quedaba relegado en el banquillo.

No es fácil asimilar todo lo que le ha llegado. Tras solo 18 meses de profesional ficha por el Barcelona, llega tras el pago de un traspaso récord, con la misión de hacer olvidar a Neymar, en su primera temporada sufre una grave lesión que le deja KO, se recupera a tiempo para llegar y ganar con Francia el Mundial y ahora este buen inicio de temporada en el Barça seguido de dos partidos sentados en el banquillo. No es fácil entender que la vida sea un tobogán. Y se trata de un jugador muy joven, sin demasiada experiencia a sus espaldas lo que aún dificulta más el entendimiento de la situación que le toca vivir.

El porqué de la situación

Dembélé es el gran damnificado de las exigencias tácticas de Valverde y la lectura que debe hacer el delantero francés es la dificultad que entraña ser delantero en el Barça. Es una misión compleja por la exigencia que tiene un puesto de estas características, porque te piden goles, que tu juego sea brillante, que aparezcas en los momentos más complejos, que tengas buen entendimiento con Messi y compañía pero también que seas armónico con el juego del grupo. Y ahí es donde está el debe de Dembélé.

Para  jugar arriba en el Barça y no defender necesitas una jerarquía que solo se ha ganado Messi. Dembélé debe dar un paso más en facetas defensivas, tal y como efectúa Luis Suárez. Mejorar este aspecto es clave para que cuando vuelva al equipo, que volverá, sepa dar ese plus que tanto beneficiará al equipo. Y a él. Es un jugador con un tremendo potencial y ahora le toca tener paciencia, trabajar y esperar su momento. Cuando éste llegue, debe estar a punto y volver a demostrar que su aportación es decisiva. Solo así ganará jerarquía.