Dembélé: un lacito y 'hasta luego Lucas'...

Ousmane Dembélé, futuro incierto

Ousmane Dembélé, futuro incierto / AFP

Toni Frieros

Toni Frieros

Hace ya unos años, en el lejano 2007, Txiki Begiristain, a la sazón secretario técnico del FC Barcelona, quiso fichar a Karim Benzema. Para tal empresa, viajó una primera vez a Lyon. Habló con su representante y con el chaval, entonces de veinte años. Futbolísticamente no tenía dudas de que era un gran jugador y que con los años sería aún mejor.  Pero algo no acababa de hacerle el peso, así que volvió meses después a Lyon y quiso conocer mejor al chico, a su familia, su entorno... y tomó la decisión: no lo ficharía. Txiki vio en Karim a un muchacho inmaduro como persona, con un entorno difícil que no le ayudaba. Con Ousmane Dembélé se tenía que haber hecho un seguimiento similar. Cuando te gastas más de 100 millones de tu patrimonio en un jugador, como mínimo, tienes que saber hasta cuántas veces al día va al lavabo. Se creía, erróneamente por lo visto, que la condición de compatriota de Eric Abidal serviría para que Dembélé estuviera arropado y guiado por parte del FC Barcelona y ahora resulta que el chaval sigue inadaptado, desubicado y mostrando un comportamiento poco profesional. El Barça no puede permitirse esa falta de compromiso por parte de nadie. El nivel de exigencia debe ser máximo. Y quien no esté a la altura, ya lo saben: puerta...