Dembélé y Griezmann dejan cojo al tridente

dembele griezmann

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Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Messi y Luis Suárez no tienen quien les dé réplica. Y este desequilibrio no es nuevo. Se remonta al verano de hace tres años, tras la fuga de Neymar. Desde entonces, todos los sustitutos del crack brasileño han fracasado en su intento de conectar con Messi y Luis Suárez. Ni Dembélé, ni Coutinho, ni Griezmann han estado a la altura de las circunstancias.

Y el problema se ha hecho tan evidente que está perjudicando mucho (demasiado) al equipo. El argentino y el uruguayo son muy buenos, buenísimos, pero necesitan esta tercera punta del tridente para aspirar a conquistar una Champions que no se gana desde 2015... precisamente con Messi, Luis Suárez y Neymar en ataque. Con Coutinho exiliado en el Bayern, Dembélé y Griezmann asumían esta temporada la responsabilidad.

Pero ni uno ni otro han conseguido brillar. A las intermitencias de Dembélé se le une ahora el despiste futbolístico de Griezmann, que acaba de reconocer que jugar en el Barça no tiene nada que ver con jugar en cualquier otro equipo del mundo. Griezmann solo lleva cuatro meses en el Camp Nou y todavía le queda mucho por aprender, pero los 120 millones de euros pagados por él permiten exigirle mucho más de lo que ha ofrecido.

El Barça (a pesar de que es líder en la Liga y en la Champions) afronta en las próximas tres semanas un carrusel de partidos que serán decisivos para su futuro más inmediato. Empezando por el duelo contra el Dortmund de mañana, siguiendo con el enfrentamiento con el Atlético del domingo y acabando con el clásico del 18 de diciembre en el Camp Nou. Seis partidos (incluyendo las visitas al Inter y a la Real Sociedad y el partido contra el Mallorca, el más fácil de todos, en el Camp Nou) con todo en juego. Seis partidos en los que Valverde deberá clarificar el proyecto y elegir quién debe ser el tercer componente del tridente.

La gran decisión del técnico está entre Griezmann y Dembélé. Ninguno de los dos merece ser titular, pero uno de los dos debe ser el escogido. Hagan sus apuestas...